En el plano ético - 22 de Marzo de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 561908858

En el plano ético

Es cierto que una ventaja de la economía de libre mercado es que para marchar bien no necesita de un utópico "hombre nuevo", especialmente virtuoso. La genialidad de Adam Smith fue entender que en el mercado, no es de la benevolencia del panadero o del carnicero que dependemos para proveernos, sino de su propio interés. Pero no se sigue de allí que la defensa de la economía libre suponga una apología del egoísmo, la codicia o la falta de escrúpulos.

Desde luego, esos vicios humanos están presentes en todas las formas de organización social. En el Chile sesentero -por el cual hoy algunos suspiran con nostalgia- muchos negocios prosperaban gracias a las barreras aduaneras, los créditos blandos, las franquicias tributarias o los jugosos contratos con el Estado, todo lo cual exigía las conexiones políticas correctas. En nuestros días, basta tan solo mirar hacia Argentina o Brasil para advertir cómo la corrupción crece al amparo del Estado.

Cualquiera sea el régimen, la economía marcha mejor -y los negocios también- si sus actores tienen finalidades más elevadas que el solo peculio personal, si se ciñen estrictamente a la ley, si en el fragor de la competencia logran refrenar el instinto a abusar de la ignorancia o la desidia de consumidores; en una palabra: si despiertan confianza. Probablemente allí se encuentre la raíz de muchos de los desaguisados que hemos conocido. Tal vez eso haya que inculcar a los...

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