Cuando Pizzi se subió a la micro
-Empezó a ganar en un lugar donde no había nada -recuerda Díaz-. De la nada sacó todo.
En la memoria futbolera colectiva, Pizzi había sido el jugador salido de Rosario Central, pichichi en el Tenerife e ídolo en el Barcelona, que jugó un Mundial para España. Pero después de su retiro en 2002, el delantero de 34 años empezó a buscarse una nueva vida. Probó como representante y no le gustó. Hizo un curso de técnico en España y en 2005 tomó en Argentina a Colón de Santa Fe, haciendo dupla con el peruano José del Solar. El resultado no fue bueno. Jugó tres partidos, los perdió todos y lo echaron. La segunda oportunidad le vino al año siguiente, en el Universidad San Martín de Perú. Duró 33 partidos. Empató 8, perdió 12 y ganó 13. Ahí fue cuando su carrera como técnico se detuvo.
Jorge Polo Quinteros fue su representante luego de eso.
-Él estuvo tres años sin ser entrenador. Después de Colón, no lo quería nadie. Nadie. Le buscaba equipo en Buenos Aires y decía que teníamos a Juan Pizzi. El dirigente me respondía: "¿A quién?""Juan Pizzi, el 9 del Barcelona", decía yo. "Ah, Juan, sí". Imaginate. Era súper conocido como jugador, pero nadie sabía que era técnico.
El mismo Pizzi, en una entrevista hace cinco años con El Gráfico, de Argentina, contaba así lo que le pasó tras su primer intento como entrenador: "Fue jodido, porque después de ese paso fallido costó mucho revertirlo. Cada vez que salía una posibilidad acá, recordaban mi paso por Colón, por eso me tuve que ir a Perú, luego a Chile...".
Sin ver mayores posibilidades, Quinteros, que fue delantero de Universidad Católica, recordó a un viejo amigo en Chile, el cantante Wildo.
-En 2009, Polo me llamó y me dijo: "Mirá, Wildo, Juan Pizzi lo único que quiere es dirigir porque necesita hacer currículum. Está decidido a todo. Acepta todas las condiciones". Nunca supe si me lo dijo en broma o en serio, que hasta pagaba por dirigir.
En esas semanas, recordó Wildo, el argentino José Basualdo dejaba de dirigir en Santiago Morning para tomar a la Universidad de Chile. En su cabeza hizo el siguiente cálculo: si Basualdo, que es argentino, ex jugador, mundialista, gustó en el Chago, quizá Pizzi tenga alguna oportunidad.
Wildo habló con dos dirigentes de la comisión de fútbol del club, Eduardo Pantoja y Cristián Arévalo. Pantoja recuerda que le hablaron de un técnico que había sido goleador en España y que nadie conocía en Chile. Arévalo, que le parecía una alternativa más interesante que las otras que manejaban: Roberto Hernández, ex DT de la U y Colo Colo, y Justo Farrán, el preparador físico que acompañó a Basualdo.
-Todo esto se hizo sin considerar en la negociación a Luis Faúndez -dice Arévalo-, porque iba a oponerse en cualquier momento.
Eso era porque Luis Faúndez, gerente general de Santiago Morning y muy cercano a su dueño, Miguel Nasur, ya había comenzado a hablar con gente, según Arévalo.
-A mí me ofrecieron tomar el Chago -cuenta Justo Farrán-. Pero no quise desaprovechar la oportunidad de ir a la U.
Luego de conversar por teléfono, Pizzi viajó a Santiago el 14 de julio de 2009. Vino con su preparador físico Facundo Martínez, Jorge Polo Quinteros y su socio, Darío Marra. La primera parada fue la oficina de Miguel Nasur, en calle Monjitas.
-Entró Pizzi -recuerda Wildo, que estuvo presente en la reunión- y Nasur le dice a Faúndez: "Es Juan Pizzi, va a ser nuestro técnico". Faúndez lo mira. Le dice: "¿Y usted qué experiencia tiene?". Yo me quería morir. Juan le cuenta. "¿Usted tiene el título?", le dice Lucho. "Lo tengo", le dice Pizzi. "Bueno, lo va a tener que revalidar acá en Chile". Eran todas preguntas medias...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba