El pisco chileno se vuelve artesanal - 29 de Julio de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 908120366

El pisco chileno se vuelve artesanal

EN BOLIVIA SE LLAMA SINGANI, y en Perú y en nuestro país se le conoce como pisco, el aguardiente de vino común a los países andinos de Sudamérica. Claro que cada uno tiene su propia forma de elaboración y también las uvas que se emplean. Por ejemplo, el singani solo se puede hacer con uvas moscatel, mientras que el pisco en Perú se produce con una amplia gama de variedades locales, tanto tintas como blancas: quebranta, negra corriente, albilla, torontel, entre otras. En Chile se usa principalmente moscatel y Pedro Jiménez, pero también están permitidas otras uvas de la familia de los moscateles, aunque también torontel y chaselas, todas uvas blancas.En los tres países se le usa principalmente para cóctel. El más popular en Bolivia se llama chuflay, que es una mezcla bastante simple de hielo, un chorro de jugo de limón, singani a gusto y se completa el vaso (un vaso largo) con Ginger Ale. La versión peruana es el chilcano que es, más o menos, lo mismo, pero con pisco. Y bueno, a los chilenos nos gusta esa cosa dulzona y empalagosa que se llama piscola y que no necesita presentaciones.Pero una de las diferencias más importantes entre los productores de aguardiente de uva andino radica en las dimensiones de quienes lo producen. Mientras en Bolivia y Perú históricamente el pisco ha estado relacionado con una producción más bien artesanal, con dos o tres marcas grandes que invierten en tecnología y en marketing, en Chile es al revés: la producción se ha desarrollado en torno a cooperativas y a grandes destiladores, dejando en un lugar muy secundario a pisqueros artesanales o de menor tamaño y que se encuentran fuera de las cooperativas. Pero eso está cambiando.Hoy la escena del pisco, tal como ha sucedido con la escena de vinos, está más entretenida que nunca. Por un lado, las grandes compañías pisqueras han invertido fuertemente en tecnología, haciendo que la calidad del pisco sea alta y pareja. También se lanzan nuevos productos, muchos de ellos de crianza en madera, mientras que viñas muy conocidas de Chile (como Torres o Lapostolle) también se atreven a producir pisco. Y a todo eso se unen nuevos nombres, pequeños emprendimientos que le están dando al pisco chileno un aire de diversidad y un espíritu más artesanal, algo de lo que carecía. Y como prueba de eso es, por...

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