Pichilemu, mucho más que surf
Texto y fotos: Dominique Kraljevic Lalanne, desde la Región de O'Higgins.
Cava de vinos con historiaHOTEL CHILE ESPAÑAFue en marzo de 2016 cuando el sommelier pichilemino Marcelo Pino decidió abrir una tienda de vinos, quesos y charcutería a un costado del emblemático Hotel Chile España, en la misma habitación donde vivió hasta su muerte Adriana Padilla, la dueña del hotel.
Adriana Padilla tenía una relación especial con los vinos. De hecho, uno de sus tesoros mejor guardados es la cava de vinos del hotel, que por años estuvo abandonada y cubierta de polvo. Hoy cuenta con alrededor de 1.400 botellas, algunas de cien años de antigüedad, y está decorada con dos sillones antiguos. La tienda, por su parte, también fue remodelada, pero mantiene los muros de cal y tuna (antigua técnica con la que se sellaba el adobe) y en la entrada llama la atención el mueble donde está la caja registradora, cubierto de corchos. La idea es que los visitantes conozcan la historia del lugar. "La visita va a ser siempre guiada porque la idea es que sea una experiencia: el vino como un objeto de museo", cuenta Rodrigo Carrión, uno de los arquitectos de la tienda.
Av. Ortúzar 255m, Local C.
Tel. 72 / 284 2522.
El reino de las jaibasPRODUCTOS DEL MAR FULLÚTodas las mañanas, a las 5:30 horas, Evaristo Henrique Vásquez (59) sale desde la caleta de Pichilemu para ir a pescar jaibas. Pocas personas lo llaman por su nombre, pues lo conocen más como "Fullú", por su parecido con el futbolista Alberto "Tito" Fouillioux. El Fullú ha dedicado prácticamente toda su vida a la pesca de estos crustáceos, que hoy vende a restaurantes de la zona, como el Surazo de Matanzas, pero también a quien venga a visitar su planta, que se precia de ser la única procesadora de carne de jaiba regularizada de Pichilemu. "Somos siete hermanos y de ellos fui el único que seguí los pasos de mi papi", cuenta.
Hoy, el Fullú es uno de los pocos que siguen pescando jaibas con red, ya que la mayoría de sus colegas utilizan trampas. Sus hijos también siguieron la tradición. "En la planta se conservan las mejores pinzas para su consumo y el resto se desmenuza y envasa", cuenta su hijo Felipe. "Al extraer la carne a mano, la jaiba es más sabrosa comparada con otros lugares donde lo hacen con máquinas".
Pasaje Pacífico 687, Villa La Caleta, Pichilemu. Cel. 9 / 8745 8303.Amigos surfistasCAFÉ MIELEn el sector de La Puntilla, donde está la caleta de Pichilemu, abrió el Café Miel, un pequeño negocio al aire...
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