Picasso cautiva en Santiago: Todos los días recibe casi 4.000 miradas - 29 de Enero de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 663320537

Picasso cautiva en Santiago: Todos los días recibe casi 4.000 miradas

Un par de señoras le reclaman a un guardia -hay más de tres por sala- que con tanto ruido la exposición no se puede apreciar, mientras uno de los guías lamenta que se quedará sin voz si el bullicio sigue igual. Y lo más probable es que así sea: ya son más de 165 mil personas las que han visto la exhibición, desde que abrió, el 14 de diciembre, hasta el jueves 26. La cifra equivale a más de tres coliseos centrales del Estadio Nacional y, en promedio, todos los días se registran 3.800 visitantes.

La muestra reúne unos 135 trabajos de todos los períodos de Picasso (1881-1973), su clasicismo, cubismo, tiempos de guerra y madurez artística. En la Sala Andes se despliegan desde sus pinturas de niño, hasta sus inicios en el cubismo, y en la Sala Pacífico se presentan las obras de mayor experimentación. Hay pinturas, grabados, dibujos, cerámicas, esculturas. Y todo se complementa con historia, líneas de tiempo, fotos y declaraciones suyas, que conforman un retrato completo, con todas las dimensiones del creador. Así también plantea el recorrido una de las mediadoras: "Parece que cuando le aburrían sus mujeres, las pintaba deformes. !Era bien desgraciado¡ Jajaja", bromea. Y el público suelta su carcajada.

Quizás hacia la mitad del recorrido están las obras más emotivas, intensas e incluso complejas. "Uno siente la angustia de vivir en tiempos de guerra. Esto es mucho más que un testimonio estético, son piezas que realmente transmiten. Me gusta la emocionalidad de Picasso", comenta la estudiante de sociología Camila López (25), quien lamenta no poder tomar fotografías: "Entiendo que no se puedan hacer todas las que uno quiera, pero debieran permitir alguna: !Hasta con la Monalisa se puede¡". Y efectivamente, además del caos de mañana, una de las cosas que más trabajo les da a guardias y guías es convencer a la gente de que, por derechos de autor y políticas de la institución propietaria de las obras -el Museo Picasso de París-, no está permitido documentar nada.

Si no se entiende, no importa

!Sí, sí, sí¡ !Mira, ahí está la guitarra¡, le comenta una niña a su pololo, quien, entre líneas y formas...

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