Pica revive su historia viñatera - 13 de Diciembre de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 878952212

Pica revive su historia viñatera

Felipe Loayza camina sobre la arena. El sol golpea la hilera de palmeras que está a la orilla del camino que recorre su campo. Tiene solo 2 hectáreas y cada planta le planta cara al desierto más árido del mundo. El agricultor es heredero de una tradición productiva de siglos en el valle de Pica, en el desierto de Atacama.En el campo de Loayza hay tangelos, naranjas y limones. También mangos y dátiles. El campo marca el final de la planicie del oasis de Pica; abajo el desierto se extiende hasta los cerros de la cordillera de la Costa. Es uno de los puntos de Chile, y del mundo, con más radiación solar. Un parque de 450 hectáreas de paneles fotovoltaicos a unos pocos kilómetros le saca partido a la luz cegadora que cubre Pica.Una costumbre local que se sigue con especial cuidado es que la vida pública se pone en pausa entre la una y las seis de la tarde a causa del intenso sol.Loayza está tratando de recuperar otra tradición de Pica en su campo. En el espacio similar a una cancha de beibifútbol, flanqueado por palmeras a un lado y un cuartel de cítricos por el otro, tiene una decena de hileras de parras. Las plantó en 2008 con la asesoría del agrónomo Jorge Alache tras recolectar parras en calles y patios del oasis.Aunque ahora Pica es conocido por sus limones y en menor medida por sus mangos y dátiles, hasta el primer tercio del siglo XX tuvo una activa producción vitivinícola. Según los recuentos históricos en el siglo XVIII se llegaron a producir 350 mil litros de vino al año en Pica y en las adyacentes zonas de Matilla y Quisma."En las tertulias se escuchaba a los abuelos hablar de sus recuerdos de las vendimias", explica Felipe Loayza.Patrimonial y mediterráneoEntusiasmado por el potencial vitivinícola de Pica, Loayza recibió con los brazos abiertos la visita en 2018 de los profesionales de la viña Aresti.La empresa curicana estaba desarrollando nuevas etiquetas e imágenes para su línea de vinos Origen. Una de las imágenes que había llamado la atención a sus encargados de marketing era el geoglifo de Sol de Retamilla, ubicado en las afueras de Pica. Tras contactarse con Luis Briones, su descubridor y amigo de infancia de Loayza, obtuvieron permiso para usar ese ícono.Sin embargo, el directorio de Aresti decidió que debían retribuir también a la comunidad local. Como lo suyo es hacer vinos, les pareció natural apoyar el rescate de la tradición viñatera de Pica y sus alrededores. Le entregaron a Loayza varias decenas de parras de distintas...

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