El peso de las incertidumbres - 1 de Febrero de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 839745050

El peso de las incertidumbres

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha recortado en 2,1 puntos porcentuales su proyección para el crecimiento de Chile en 2020. Así, dicho pronóstico pasó del 3% estimado en octubre -antes del estallido de violencia- a un exiguo 0,9%, solo por encima de Argentina y Venezuela. Para 2021, la entidad rebajó en 0,5 puntos su previsión, ubicándola en 2,7%. Ante la ausencia de una potente agenda procrecimiento y la incertidumbre institucional, esa proyección podría ser revisada a la baja también.En perspectiva, los ajustes del FMI y los ya realizados por el Banco Central y agentes privados alertan sobre el riesgo de que la compleja situación coyuntural -en diciembre, la actividad puede cerrar nuevamente con números decepcionantes, aun si no son negativos, tras contraerse 3,3% y 3,4% en octubre y noviembre- se transforme en permanente. Aun cuando Chile pueda evitar una recesión técnica en lo inmediato, las alertas están puestas sobre la amenaza de un mediocre desempeño durante los próximos años. Desde un punto de vista social, esto tendría importantes consecuencias: el bajo crecimiento a partir de 2014 ha sido señalado como una causa de la actual crisis.Si bien la revisión del FMI se da en un contexto de menor dinamismo regional, el organismo sostuvo que, en el caso chileno, las peores expectativas se vinculan con la incertidumbre en torno a elementos que antes propiciaron el despegue económico del país. Es valioso que el organismo internacional haya sido explícito en este punto, toda vez que parte de la clase política parece menospreciar el sustantivo aporte de esos pilares e ignorar las consecuencias que tendría su remoción.Preocupante trayectoria fiscalLa evolución que ha experimentado el manejo de las arcas públicas muestra algunos de los incipientes riesgos que enfrenta Chile. Desde 1990 a 2013, el país se caracterizó por una conducción fiscal responsable, la cual era respaldada por prácticamente todo el espectro político. Sin embargo, a partir de 2014, aquel apoyo empezó a disiparse, cuando la Nueva Mayoría implementó aumentos en el gasto público que superaron ampliamente a los de la recaudación tributaria. Entre 2014 y 2017, el déficit efectivo promedió 2,3% del PIB (1,6% en 2014; 2,2% en 2015; 2,7% en 2016 y 2017), provocando una caída en nuestra calificación soberana. La aceleración económica y la política de austeridad del nuevo gobierno permitieron revertir la tendencia en 2018, que cerró con un déficit de 1,6%. No obstante, las...

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