'He pensado en poner mi cargo a disposición, pero no puedo hacerlo'
Sergio Micco Aguayo (58) está en su momento más crítico como director del Instituto Nacional de Derechos Humanos. Rol que asumió en julio de 2019, tres meses antes del estallido.Sus enemigos -internos, unos pocos, y externos, varios- lo califican como "cómplice de las violaciones a los derechos humanos".No pierde el arrojo y acepta tomarse una foto en el frontis de la sede tomada, y enfrenta al vocero de la ocupación, Víctor Chanfreau, que sale a increparlo, respondiéndole que está haciendo uso de su libertad de expresión y que, por lo demás, él es el director de esa sede.A unas cuadras, la soledad se siente en la nueva sede ejecutiva del INDH, la Casa Valech, desde donde aplicados funcionarios siguen pendientes de casos en todo el país, especialmente de la macrozona sur y de Iquique. Ahí, a pesar de que es bastante más modesta que la sede tomada, el doctor en Filosofía, magíster en Ciencia Política y abogado se ha reencontrado con el sentido por el cual está dispuesto hoy a dar esta entrevista: el incierto futuro de la institucionalidad de derechos humanos en el país.La lucha que libra a metros de la sede tomadaDejó de ser democratacristiano uno o dos años antes de asumir la dirección en el INDH, por una cuestión doctrinaria. Hoy, este hombre de fe católica se define como humanista cristiano. "De centroizquierda, aunque cada vez más de centro (sin apellido) solo porque yo creo que el mundo se volvió loco", termina sonriendo, para luego ponerse muy serio.-El martes se cumplen 7 meses de toma de la sede principal del INDH. ¿Vive el Instituto una crisis terminal?-No, pero lo que está en juego en el INDH es el futuro de la institucionalidad de derechos humanos. No se trata solo de una usurpación ilegal; se trata de algo mucho más profundo. Quien fue a las dependencias tomadas encontró durante meses letreros con insultos, demandas políticas, campañas electorales, expresiones que lindaban con el antisemitismo o con una verdadera atribución de que ellos son el pueblo. Y hoy, un par de cuadras hacia el Oriente, por Eliodoro Yáñez, donde hacemos esta entrevista, está nuestra actual sede.Es la llamada "Casa Valech", en cuya fachada se exhibe una foto de Sergio Valech, el último vicario de la Solidaridad y el presidente de la Comisión sobre Prisión Política y Tortura.-Este hombre, esa vicaría y esa comisión representan todo lo contrario a los carteles que cuelgan en nuestra sede central: buscar la verdad y la justicia mediante el diálogo entre personas que pensaban muy distinto y dar alguna forma de reparación simbólica y material. Hay una lucha que se está librando en apenas unos cientos metros de...
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