Los peligros del mate - 17 de Diciembre de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 699126117

Los peligros del mate

Hace muchos años la derecha, ensoberbecida con la dictadura, dijo una tontería que sirvió incluso de portada: Adiós, América Latina. Hoy día se está poco a poco iniciando otra que puede ser peor: la idea de que la inspiración para la vida pública se encuentra en líderes latinoamericanos, laicos o religiosos, adictos al mate.

El caso de José Mujica es paradigmático.

En él no son las ideas las que importan, sino la actitud que posee. Como los curas que asumen una pobreza consentida (que es apenas una imitación de la del proletario), Mujica es un político (es decir, alguien experto en hacerse del poder y ejercerlo) que adopta, sin embargo, la actitud cordial y sencilla, desprovista de aparentes pretensiones, del hombre que vive a ras de calle. Una persona capaz de comprar personalmente una tapa para el inodoro de su baño y preocuparse, por supuesto, de que la prensa se entere de tamaño gesto de humildad ( vid Clarín, 26.05.2012). Alguien que adopta la conducta de un Tolstoi urbano y regional, y que rehúsa reconocer lo que es: un experto en el poder. Pepe Mujica es una especie de santón ateo que presume que es posible sustituir las ideas bien maduras, por la conducta ascética (y convenientemente expuesta), alguien que piensa que el fervor moral contra la pobreza y la desigualdad de la región (y no las ideas bien pensadas para combatirla) es lo más importante en la vida pública. Cuando le preguntaron por el sentido de la austeridad de que hacía gala, dijo que la austeridad era, en realidad, una forma de libertad. Los que pierden la libertad, agregó, son los que se "dejan engañar por la sociedad consumista".

No cabe duda: José Mújica tiene ideas tan sencillas y pobres como la forma de vida que se cuida de exhibir mientras sorbe mate.

El caso del Papa Francisco, adicto también al mate, no es muy distinto.

Es tan austero de ideas y elemental en la comunicación, como José Mujica. Y, al igual que él, ejerce una deliberada sencillez cercana a lo populachero (de ahí que publicite ser hincha del fútbol y haga gala de lo que supone es el sentido común). Y su austeridad intelectual tiene, sin embargo, la ventaja de contar con el aura del papado, que hace pensar a las audiencias que el simplismo de su discurso y su rusticidad han de ser solo aparentes, y deben esconder verdades insondables que él atesora y hace esfuerzos por comunicar.

A diferencia de Ratzinger, no es un teólogo; pero cuenta con una teología, lo que se llama la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR