Peligro de déficit eléctrico - 30 de Mayo de 2013 - El Mercurio - Noticias - VLEX 438524802

Peligro de déficit eléctrico

Según las proyecciones de la Comisión Nacional de Energía, existe cierto riesgo de que haya un déficit energético de hasta 1% de la demanda en los próximos meses, lo que provocaría dificultades en el suministro eléctrico. Esto sucedería si el año es especialmente seco y si, además, falla alguna unidad importante. Aunque la probabilidad de que esto ocurra es pequeña, es preciso prever oportunamente cuál será la respuesta.

Desde luego, en caso de sobrevenir tal déficit, habría que tomar medidas para reducir su impacto. Para ello, el Gobierno debe dictar un Decreto de Racionamiento -como el que acaba de alzar hace poco-, que permite operar el sistema eléctrico en condiciones de emergencia: autoriza a operar el despacho cuidando el uso de agua en los embalses -lo que eleva el costo de la energía-; a reducir el voltaje; a reducir el nivel de seguridad del sistema -permitiendo, por ejemplo, que operen líneas que no cumplen la condición "n-1" y que, por lo tanto, fallan si falla un solo componente-, o la desconexión de consumos en momentos críticos.

Buscando los factores que dan lugar a esta situación, se observa que, a grandes rasgos, las señales económicas son correctas, lo que explica el interés en invertir en proyectos eléctricos de todo tipo, desde líneas de transmisión hasta unidades de generación de diversas fuentes, incluyendo grandes cantidades de energías renovables no convencionales (ERNC). No obstante, algunas deficiencias de competencia en generación se ven exacerbadas por las dificultades que enfrentan tanto las firmas establecidas como los potenciales entrantes para conseguir que sus inversiones sorteen los obstáculos de ambientalistas, intereses locales y pueblos originarios, y más recientemente, de un Poder Judicial hiperactivo.

Mucho más allá de todo eso, el problema eléctrico de Chile tiene otro origen: la ignorancia ciudadana de los costos y beneficios reales de disponer de más generación. Bajo las presiones referidas, la población ha sido movida a una actitud que hace prácticamente imposible instalar centrales de bajo costo, tanto a carbón como hidráulicas. Paradójicamente, esos mismos ciudadanos protestan por el alza en el costo de la electricidad, o por dificultades de suministro, o cuando empresas deben cerrar porque sus costos de energía se han elevado en exceso.

Una parte del público y el lobby ambientalista creen que las energías renovables no convencionales podrían salvar esta situación, por sus bajos costos de...

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