Pedro Aznar ya no está solo
Ahí está Pedro Aznar , de espaldas a su estudio, al teclado, los cables, el monitor del computador y la cámara por la que se ha mostrado ya seis veces durante la pandemia del covid-19. Son las cuatro de la tarde y lentamente un hilo de luz atravesará su cara mientras habla del paso del tiempo, de la crisis de la democracia en el planeta, de lo terrible de este virus, de lo maravilloso de la tecnología y de su intimidad ahí en su casa en Buenos Aires durante el encierro.Dice, por ejemplo, que su reloj biológico lo pone alerta de noche. Que se duerme de madrugada. Que despierta tipo 11 o 12 del día y que para mantener la cordura en tiempos de pandemia, intenta sostener una rutina que se permite quebrar de vez en cuando. Dice que ahí, en esa casa donde ahora mismo está conectado por Skype hablando con "Sábado", aburrido de chocar consigo mismo durante la cuarentena total impuesta en Argentina, tomó la idea que circulaba desde hacía días entre su comunidad de músicos amigos. Entonces agarró la única guitarra que tiene en su casa y el único piano eléctrico que no estaba en su estudio y se puso a transmitir un concierto vía Facebook Live.Lo hizo para acompañar a la gente, dice. Para sentirse acompañado también. Y el resultado fue extraordinario.Miles de personas lo siguieron desde sus cuarentenas forzosas o voluntarias. Así que hizo otro. Y luego otro. Y el asunto se convirtió en una rutina para sus seguidores dispuestos a oír ya no solo canciones, sino también largos pasajes de poesía ajena y propia, citas de sus escritores favoritos, cuentos y reflexiones sobre la soledad y las injusticias del sistema que ha desnudado esta pandemia.-Es muy mágico lo que pasó -dice Aznar-. De pronto comenzó a asomar esa sensación de estar todos alrededor del fuego escuchando un relato. Una cosa muy tribal.En total, ya ha realizado seis conciertos. Y más de dos millones de personas han seguido sus transmisiones.-Yo nunca había hecho una transmisión en Facebook Live. Siempre venía gente que trabaja conmigo y se encargaban. Ahora tuve que hacerlo todo solo, desde la iluminación, la conexión, todo.-¿Qué te dijo la gente en esa primera transmisión?-Fueron muy agradecidos, al igual que yo. Y me dieron muchas ideas hermosas y brillantes que tomé. Ideas de algunas lecturas o de hacer ciertas cosas que fui incorporando.-¿Por ejemplo?-Bueno, lo primero que me dijo alguien por ahí fue: "Pedro, por favor, que el video sea horizontal".Antes de formar parte de Serú Girán -junto a Charly García, David Lebón y Óscar Moro, a finales de los 70 y principios de los 80-, mucho antes, a los 18 años, Pedro Aznar ya tenía un estudio en la casa de su infancia, en Liniers, no para transmitir, pero sí para ir capturando las primeras versiones de las canciones que salían en los ensayos. Siempre a tope de línea para la época: primero una grabadora a casete, luego una de cuatro cintas, hasta llegar a la versión de un estudio digital profesional como el que tiene hoy montado en el living . Sin mencionar las inversiones que tuvo que hacer ahora, luego de los primeros shows online : una capturadora de video y una fuente de corriente directa para reemplazar la batería de su cámara, que dura solo dos horas. Para la primera transmisión, recuerda, el concierto duró 2 horas con 15 minutos. Durante el último cuarto de hora, dice, la...
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