Paul Newman: las apariencias engañan - 14 de Abril de 2013 - El Mercurio - Noticias - VLEX 431409102

Paul Newman: las apariencias engañan

En el caso del propio Newman, también las apariencias podían engañar. No era el típico niño bonito que se forjaba una fama a fuerza de escándalos y de vanidad. Era una de esas extrañas estrellas del cine que actuaba , un intérprete serio que estudiaba y trabajaba sus papeles, logrando representar roles tan distintos como atletas en dificultades, vaqueros medio locos, detectives que no son de fiar o timadores.

Su carrera se extendió por más de 50 años y alcanzó a varias generaciones. Los mayores quizá lo recuerden como el atormentado y bisexual vástago de una poderosa familia sureña (junto a Elizabeth Taylor) en "La gata sobre el tejado caliente de zinc"; o el frío jugador de billar, quien, aunque talentoso, se siente un perdedor, en "El buscavidas". Para la generación siguiente puede ser el jefe de una banda de ladrones y pistoleros de "Dos hombres y un destino" (Butch Cassidy and the Sundance Kid) o uno de los policías de "Distrito apache", sobre una comisaría en el sur del Bronx. E incluso los hijos (o nietos) de las anteriores, tal vez, conozcan su voz. En la película de dibujos animados "Cars", de Pixar, él es la voz de Doc Hudson, el médico y juez del pueblo que es un antiguo campeón de carreras.

Tres libros recientes recuperan su figura. El de Shawn Levy, es una amplia, detallada y, a fin de cuentas, amigable biografía del actor. El de Marian Edelman Borden es una especie de compendio vital que ronda la incondicionalidad. El de A. E. Hotchner, por su parte, es uno de recuerdos de quien fuera su amigo por 53 años.

Inicios y carrera

Nacido en 1925, en una familia acomodada de comerciantes judíos, a Newman le gustaban los deportes, pero era tan pequeño que no servía para ellos. Era un niño cohibido que se convirtió en un joven pendenciero. Su afición por el teatro, según él, surgió para escapar del negocio familiar. Se alistó en la Marina y en la Universidad, en 1943. Fue llamado a filas; quería ser piloto, pero sus ojos azules (que se harían famosos) eran también daltónicos. Terminó como radiotelegrafista y artillero en un torpedero.

Estudió en el Kenyon College y en la Escuela de Arte Dramático de Yale. Tras la muerte repentina de su padre, en 1950, viaja a Nueva York (en 1952), que era entonces un centro de la vanguardia artística. Llega al Actors Studio y su "método", con que una serie de actores invadió el cine de los años 50 (Marlon Brando, Montgomery Clift y James Dean, entre ellos). "Al final", dice Levy, "fue la única...

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