el paso cero - 29 de Septiembre de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 583414478

el paso cero

Para muchas mujeres, luego de la limpieza viene la aplicación de sueros y/o cremas nutritivas. Pero hoy, las compañías cosméticas que más invierten en innovación han incorporado una nueva línea de productos, que conforman lo que se conoce como paso cero y que llevan la preparación de la piel al límite. Se trata de sueros específicamente formulados para recibir los tratamientos y aumentar su capacidad de penetración, la que es limitada. Esta capacidad acotada de absorción, que se relaciona con el vehículo que transporta los ingredientes de las cremas y sueros (agua, aceite o silicona) tiene un efecto muy negativo: hace que al usar los productos uno sobre otro, simplemente se acumulen sobre la piel sin que los principios activos puedan hacer su trabajo. En este escenario, los cosméticos no corrigen los problemas para los cuales fueron formulados y la piel se satura. Como efecto secundario, se ve cansada y opaca.

Hay consenso en los expertos en que cuanto más preparada esté la piel antes de la aplicación de las sustancias activas o de tratamiento intensivo, mayor es la probabilidad de que los ingredientes lleguen hasta las capas más profundas.

La cosmetóloga Svetlana Raylyan explica que una piel sana tiene un manto hidrolipídico especial que no permite que las sustancias ajenas la crucen y esta sería su primordial función protectora. Pero, dice, con productos o procedimientos adecuados -"un tónico con alta cantidad de sustancias aniónicas activas, una exfoliación profunda o un peeling, sustancias activadoras de microcirculación potentes"- se puede lograr que este manto abra el paso a los agentes tratantes.

Según explica Mónica Böhmer, cosmetóloga y directora del centro Medsthetik, las vías por las que los activos de tratamiento cruzan la epidermis -la capa más superficial de la piel- son tres. Las moléculas más diminutas y que se disuelven en aceite se abren espacio entre los ácidos grasos que separan unas células de otras en la capa córnea. Las moléculas más grandes penetran a través de los folículos pilosos, pasando por los pequeños conductos por donde crece el vello. El resto ingresa a la piel a través de las glándulas sudoríparas. Pero, para que esto ocurra, se debe llevar la piel a un punto de equilibrio lipídico. Y ahí es donde el paso cero cumple un rol vital.

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