Un paseo por los no lugares de Santiago
Con Augé, todo es cuestión de prefijos. Fue una negación -a la noción tradicional de lugar- lo que lo lanzó a la fama en 1992, cuando, siendo director de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, inventó y popularizó el término de non lieux, o no lugar, para definir esos espacios híbridos, anónimos y sin identidad por los cuales nos movemos en el mundo de hoy: aeropuertos, malls, hipermercados, cadenas de hoteles.
Con casi 80 años -más de 20 de ellos investigando una aceleración del tiempo, del movimiento y del consumo que llama "sobremodernidad" (y no posmodernidad, como algunos de sus pares sociólogos)-, Marc Augé sigue siendo un referente estelar al momento de analizar los cambios culturales que afectan nuestra cotidianidad. Invitado por el Centro Interdisciplinario de Estudios Interculturales e Indígenas de la UC, para lanzar su libro Cinco conferencias sobre antropología y globalización (Ediciones Universitarias de Valparaíso), esta es la tercera vez que Augé (autor de Los no lugares, El viajero subterráneo: un etnólogo en el metro, La guerra de los sueños y Ficciones de fin de siglo, entre otros) pisa Santiago, pero la única en que -invitado por revista "Sábado"- se aventura a recorrer en terreno algunos no lugares capitalinos.
En su juventud Augé, hijo de militares, marxista, doctorado en Letras y Antropología, integrante de una generación de brillantes teóricos franceses -Barthes, Lyotard, Deleuze-, fue un etnólogo perdido en la selva y no en la ciudad. Influenciado por el estructuralismo de Lévi-Strauss, estudió in situ tribus africanas y asentamientos indígenas en Venezuela. Un día el mundo cambió y su foco de interés también.
-¿Hay algún no lugar que le haya llamado la atención recientemente?
-El aeropuerto de Dubái -no duda ningún segundo- es un mundo de tránsito por el que pasa exclusivamente gente de negocios. Lo que se ve ahí es único en el mundo. Por otro lado, está el fenómeno de los campos de refugiados repartidos en fronteras de África o Medio Oriente: no son ni pueblos ni aldeas, sino espacios de espera. Una categoría nueva del desplazamiento humano. Ambos no lugares representan la gran desigualdad del mundo.
Augé, cuya calma y sencillez podrían confundirse con la de un sacerdote franciscano, viene llegando de Ecuador y, tras terminar su ciclo de conferencias en la Universidad Católica, parte de regreso a Berlín, donde reside.
-Se ha hablado y manoseado mucho el término de no lugares, hasta Spielberg hizo una película (La terminal) sobre un tipo atrapado en un aeropuerto.
-A decir verdad, la dualidad lugar o no lugar no existe, es un instrumento que mide el grado de sociabilidad y de identidad de un espacio dado. Los no...
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