Un pasaje tomado por dos hermanas narcotraficantes
-Este es el Paseo Ahumada de la droga.Así describe Felipe el pasaje El Olivillo, ubicado al interior del sector Patria Nueva, en la población La Pincoya. Allí existen cerca de 15 casas pareadas. Algunas tienen precarias construcciones de madera, otras aún mantienen su fachada original con ladrillos. Sin embargo, la mayoría de las viviendas tiene rejas con latas pintadas que impiden ver en su interior.Felipe vive en una de ellas. Su nombre, así como otros detalles de su vida, han sido cambiados para resguardar su seguridad. Al teléfono, el hombre pide anonimato por posibles represalias de dos hermanas, V. y K..Durante el día, al caminar por afuera de El Olivillo, el pasaje parece ser uno más del sector. Son casi 80 metros de largo, donde apenas cabe un auto. Semanas atrás, ese pasaje estaba repleto de objetos que impedían su ingreso. En la entrada había una cama elástica, un sillón, plantas y varias piedras. También estaba puesta una malla negra que cubría el cielo del lugar. Su función no era entregar sombra a los vecinos, si no para evitar las cámaras de seguridad y drones policiales.Un búnker cubierto que, por las noches, se llena de consumidores que asisten a comprar droga y que hacen fila para conseguirla en la casas de V. y K.-Ellas tienen la escoba acá -asegura Felipe.En septiembre del año pasado, "Sábado" publicó Soldaditos del narcotráfico , una investigación que denunció a V., una supuesta traficante de La Pincoya que reclutaba a jóvenes como "soldados", quienes estaban bajo sus cuidados y tuición, por autorización del Tribunal de Familia de Santiago. En esa época, a pesar de que las denuncias fueron entregadas a diversos jueces de familia y al Ministerio Público, nada se concretó. Incluso, uno de los "soldados" falleció bajo sus cuidados.Un mes después de la publicación, Carlos Cuadrado, alcalde de Huechuraba, denunció los hechos a Katherine Martorell, subsecretaria de Prevención del Delito de esa época, sobre la relación entre V. y K. y el narcotráfico en la población, junto con "solicitar apoyo y colaboración de intermediación con los organismos gubernamentales de seguridad para acelerar los procesos investigativos"La situación también se informó a Xavier Armendáriz, fiscal jefe de la Fiscalía Regional Centro Norte. No era la primera vez que el alcalde Carlos Cuadrado lo denunciaba. El oficio -al que tuvo acceso "Sábado"- explica que "tiene el objeto de poner en conocimiento un hecho de narcotráfico que viene ocurriendo hace 8 años, donde aún no se avanza judicialmente, a pesar de todos los antecedentes que hemos entregado a Carabineros, PDI y la Fiscalía Centro Norte (...) en la actualidad se ha transformado, en lo que hemos llamado, un 'supermercado de la droga', dada la gran cantidad de gente que está llegando a comprar, sin ningún control ni fiscalización policial"."Nuestros vecinos y vecinas lo están pasando muy mal, viven asustados y se sienten inseguros por la acción de esta banda criminal. Permanentemente recibimos comentarios de la ciudadanía por esta situación, quienes no entienden por qué las policías y el Ministerio Público no han logrado concluir aún, en forma exitosa, una investigación policial en contra de esta banda criminal, a pesar de las denuncias que se han realizado durante todo este tiempo por este municipio", detalla el documento fechado el 1 de octubre del 2020, el que también fue enviado al Ministerio del Interior, Prefectura Centro Norte de Carabineros y Fiscalía Nacional.Felipe dice ser de esos vecinos que vive con miedo. Él llegó hace más de 40 años a El Olivillo y, durante todo este tiempo, asegura ser testigo de cómo V. y K. han dominado el sector. No es el único que evita salir al pasaje. La mayoría de sus habitantes ya no siente seguridad.-Gran parte de las casas están coludidas. Las compraron ellas, una la usan para hacer negocios, otra para guardar la droga. También tienen una casa donde viven varias personas. Ahí está infestada de drogadictos.A fines del año pasado, Felipe pensó que el tráfico de droga y sus temores de vivir en El Olivillo se terminarían. El 18 de noviembre, el OS7 de Carabineros allanó cinco casas relacionadas a V. y K., en La Pincoya, según detalla un informe de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, al que tuvo acceso "Sábado".-Pero todos sabíamos qué iba a pasar -agrega Felipe.Ese día, el OS7 no pudo detener a V., ya que no estaba presente en ninguna de las casas, al momento de la redada. K. sí estaba en el pasaje El Olivillo, pero otro sospechoso de la investigación "agredió a los funcionarios de Carabineros y arrebataron a K., ya detenida, de los policías, facilitando su fuga", detalla el documento de la fiscalía. Según el parte policial, el sospechoso también intentó quitarle el arma a un funcionario y lanzó una piedra contra el vidrio trasero de la patrulla. Él terminó con un impacto de bala en su glúteo izquierdo y los cinco policías del operativo, con contusiones.-Se escapó hasta con las esposas puestas. Un auto la pasó a buscar y se fue. El tema es cómo se les escapó. Lo más seguro es que los pacos dijeron que una turba los atacó y rescató a K. Ellas siempre van a estar informadas. Siempre.La orden de detención y de entrada, registro e incautación a las casas relacionadas a V. y K., se autorizó el 4 de noviembre del 2020, según un informe de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte. Sin embargo, ese mismo día, se solicitó una ampliación de tiempo, ya que existía información relevante para la investigación.El allanamiento se extendió hasta el 14 de noviembre, pero un día antes de cumplirse, se informó a la fiscalía que "los funcionarios policiales investigadores y de apoyo táctico, se encuentran desplegados en diversas comunas de Santiago en atención a la fecha conmemorativa de cumplirse el primer año del fallecimiento de Camilo Catrillanca, por lo que, en atención de las circunstancias expuestas, se hace imposible dar cumplimiento dentro del plazo establecido a la entrada, registro e incautación". Finalmente, la orden se...
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