Pasado y futuro del rito más fashion - 12 de Abril de 2011 - El Mercurio - Noticias - VLEX 270770838

Pasado y futuro del rito más fashion

 Las semanas de la moda atacanLa consagración del show:Aunque el acierto de Eleanor Lambert con su "Semana de la Prensa" en Nueva York fue fundamental para el desarrollo de la moda norteamericana, la idea tardó en ser copiada por el resto de las capitales de la moda europeas.

Italia fue la primera en realizar algo ligeramente similar en 1951 cuando el conde Giorgini organizó y abrió las puertas de su palacio en Florencia para mostrar lo mejor de la moda en este país. Eso convirtió a esta ciudad durante los 50 y 60 en la capital del estilo italiano y en el hogar de la llamada "Alta Moda", la respuesta italiana a la alta costura francesa. Pero en la década siguiente la fuerza de de Milán con su cordón industrial y textil apareció en el mapa y desbancó al diseño florentino, que resultaba más ostentoso y caro frente al diseño milanés que apostaba por la practicidad y la elegancia simple. Así esta ciudad se convirtió en el centro de la moda y estableció su calendario oficial en 1975. Hoy su poder es tan fuerte que hace unos años obligó a que Anna Wintour, la actual editora de Vogue, presionara hasta adelantar la semana de la moda neoyorquina para poder asistir a los desfiles de Milán.

París, fiel a su exclusividad, sólo en 1973 estableció un programa oficial y ordenado de desfiles con la creación de la Cámara Sindical de Costura. Antes, los grandes creadores franceses mantenían su independencia y preferían realizar sus desfiles por iniciativa propia. El primer costurero francés en notar la fuerza comercial de los desfiles fue Christian Dior, quien para su show de 1948 desarrolló un plan detallado de los asientos que ocuparían sus 700 invitados, organizó una tribuna para fotógrafos y creó una sección especial para que éstos pudieran ver cómo las modelos se transformaban antes de salir a la pasarela. En pocas palabras: inventó en concepto de backstage.

El primer intento británico para consagrar su moda fue la creación en 1942 de la Incorporated Society of London Fashion Designer, un grupo que se preocupó por potenciar una industria del diseño y así poner la ropa inglesa en boca de todos. La iniciativa no prosperó demasiado. De hecho "London Fashion Week" nació en 1984 en forma casi subterránea en un estacionamiento al oeste de Londres, con desfiles y exposiciones de creadores jóvenes e independientes. Una propuesta que se mantuvo hasta comienzos de los noventa y fue la incubadora de marcas y creadores británicos como Betty Jackson, Ghost, David Fielden y John Galliano. En 1992, producto de la recesión sólo un puñado de diseñadores fue elegido para mostrar sus colecciones en unas pocas habitaciones en el Hotel Ritz, pero en 1993, recuperó su vigor cuando Naomi Campbell se pavoneaba en topless en la pasarela de la colección de Philip Treacy. Fue el inicio del britfash, como se denominó a la fiebre del diseño británico, que a fines de los noventa sorprendió po

r las radicales propuestas de sus creadores. En la pasarela británica se han desarrollado momentos históricos para el colectivo fashionista: en 1998 McQueen desató una lluvia sobre la pasarela que empapó los vestidos de las modelos; en 2000 Hussein Chalayan presentó "Afterwards", un desfile en que los muebles se trasformaban en ropas, y el desfile de graduación de Stella McCartney que causó revuelo en 1996, porque tuvo a tops como Kate Moss como modelos estelares.

La semana de la moda neoyorquina, pese al impulso con que partió en los años 40, con el correr de las décadas comenzó a decaer. En los 80 el desorden fue la consigna y era común que los diseñadores jóvenes se repartieran por toda la ciudad montando desfiles en lugares underground o de frentón poco accesibles para la prensa, que...

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