Parlamentarios enjuician la muñeca política de Felipe Larraín - 22 de Julio de 2012 - El Mercurio - Noticias - VLEX 389704980

Parlamentarios enjuician la muñeca política de Felipe Larraín

Se pasaron. Nosotros nunca como oposición les hicimos esto", fue el saludo de una alta autoridad de Gobierno a uno de los asesores de la Concertación, que antes trabajaba en un ministerio. Aludía, obviamente, a la cerrada postura en torno al salario mínimo por parte de la oposición que llevó al Gobierno a andar juntando votos para aprobar el articulado.

Tal como el año pasado, debieron recurrir a varios trámites pensados por el legislador -insistencia, veto- para despachar la ley que sube el salario mínimo a $ 193 mil. Claro que si se observa en perspectiva, es un triunfo: sacaron el proyecto sin dar ni peso más del que estimaban estrictamente conveniente para mantener los niveles de empleo.

Lo complicado fueron las curvas que debieron transitar para cumplir el objetivo, 29 días de discusiones y trámites interminables.

Qué le pasa a Felipe Larraín que le cuesta más avanzar con sus iniciativas. De partida, para ningún ministro de Hacienda ha sido fácil el paso desde la confortable academia al nebuloso mundo de la política. Todos sus antecesores demoraron al menos dos años en asimilar los códigos de los pasillos legislativos, y advertir que la presencia constante en el Congreso ayudaba a destrabar los ánimos. A ello se suma una oposición muy intransigente, una coalición un tanto díscola, y un Presidente omnipresente.

¿Falta de olfato político o problemas internos?

Larraín acude poco al Puerto; expone en la comisión y se va; no se sienta en la cafetería de la Cámara o el Senado, ni abre espacios para conversar, son algunas de las críticas desde el Congreso.

Pero el salario mínimo no ha sido la única discusión difícil que le ha tocado enfrentar. El proyecto que modificaba el sistema de precios de los combustibles (Sipco) entró con suma urgencia hace dos meses, la Comisión ad hoc lo rechazó y ahora duerme porque a una parte de la UDI nunca le satisfizo. A dos meses aún no se vota la idea de legislar, pese a que están los votos para aprobarla, por lo que el Gobierno decidió coronarla con suma urgencia (15 días para su despacho).

Eso le ocurre bien seguido: termina pagando los platos rotos de los problemas de la Alianza con el Gobierno. "El ministro no negocia mucho porque tiene tanto frente interno que no alcanza a dialogar para afuera", retrata el diputado Carlos Montes (PS).

Tanto la UDI como RN quieren marcar sus puntos de vista y contar con iniciativas emblemáticas como los $ 200 mil de salario mínimo o la rebaja al impuesto a los combustibles. Y no logran nada porque el...

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