Paren de quejarse, soy su amigo - 11 de Agosto de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 523546550

Paren de quejarse, soy su amigo

Con dos años y medio más de gobierno, Barack Obama quiere quitarse la imagen de un Presidente hostil hacia el empresariado. En una entrevista con The Economist la semana pasada, a bordo del Air Force One, que se suponía era sobre política exterior, Obama introdujo el tema de los negocios y lanzó una defensa. Los jefes, argumentó, no le han dado el crédito que merece por dirigir bien la economía. Y en lugar de quejas por las regulaciones y calificarlo como un guerrero de categoría, los gerentes debieran pensar en la sociedad como un todo.

La entrevista completa es esta. Pero la impaciencia del Sr. Obama con el Main Street es interesante, porque el sentimiento es mutuo. Su administración provoca una furia silenciosa en varios líderes corporativos: incluso los líderes votantes empresariales demócratas se quejan de una Casa Blanca que "no lo logra". Algunos ven al Presidente empeñado en la redistribución y la burocracia, como una razón para no invertir en EE.UU.

Pero, ¿quién tiene razón? La carta más fuerte del Presidente es la política macroeconómica. Obama apunta a aspectos como altos valores bursátiles, ganancias corporativas récord y crecimiento del empleo. Cuánto de esto es mérito de él es una pregunta debatida por los economistas. Pero, considerando el desorden que heredó, es difícil decir que lo ha hecho mal.

Las mayores quejas del empresariado son tres. Primero, Obama rara vez pierde la oportunidad de dejarlos como los malos. En un discurso en Kansas, levantó gritos por arremeter con las empresas "antipatriotas" que (legalmente) tienen casas matrices en el extranjero por impuestos, o como él dice "esconden su dinero en alta mar". Más justo sería decir que la política de impuestos de Estados Unidos es un desastre.

La segunda es más personal. En las reuniones cara a cara, el punto de partida de la Casa Blanca es el desprecio. Los gerentes intercambian historias de terror sobre ser conducidos por oportunidades fotográficas o ser invitados a la Casa Blanca para sugerir ideas políticas y ser acusados de peticiones especiales.

En su entrevista, Obama cayó un poco en su estereotipo, hablando que los gerentes solo están motivados en el valor accionario, una caricatura que enfurece a los líderes empresariales que gastan mucho de su tiempo tratando con "accionistas" de uno u otro tipo. Obama retrocedió, pero solo un poco. Sí aceptó que los empresarios ocupan mucho de su tiempo en responsabilidad social de la empresa, pero aún ve una brecha entre...

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