Parálisis institucional y el espejismo del ganador - 25 de Octubre de 2023 - El Mercurio - Noticias - VLEX 950427128

Parálisis institucional y el espejismo del ganador

A la luz de nuestra experiencia política más reciente, no es fácil suponer que las élites de Chile transversalmente concuerden con la idea de que la calidad de las instituciones (políticas y económicas) es vital para materializar progreso o retroceso material de las sociedades. No hay duda de que el mensaje ha sido entregado con éxito a múltiples profesionales nacionales en estudios de posgrado en las mejores universidades del orbe en los últimos 30 años, quienes han difundido esas ideas a sus estudiantes en Chile.Además, hemos contado con entregas de primera mano de la voz de sus más connotados exponentes en múltiples visitas y en eventos masivos, incluyendo el Congreso Futuro, organizado por las mismas élites a quienes nos referimos. Sin embargo, parece que ellas no cuentan con una capacidad consistente para aplicar esos aprendizajes en los últimos tiempos.La capacidad de incentivar equitativamente a las personas para desarrollar libremente sus proyectos de vida, y de usufructuar de sus esfuerzos, va a depender de las reglas que las afectan y que estas puedan adecuarse gradualmente en el tiempo. Las acciones individuales, que podrán dar mejores o peores usos a las capacidades y recursos económicos de las personas, resultan de esas reglas. Por lo tanto, el cambio institucional está intrínsecamente supeditado al proceso político y a su capacidad de acordar gradualmente reglas que sean sostenibles. Pues en Chile, podemos constatar demasiados desenlaces infructuosos que han devenido en una suerte de parálisis institucional, derivados de distintos procesos electorales. En ellos, la élite política no ha construido acuerdos transversales para elaborar políticas públicas de largo aliento, dejando los cambios en punto muerto, como se ha evidenciado en el caso previsional, y más recientemente, en normas constitucionales.Quienes optimistamente consideran a la parálisis institucional como una suerte de statu quo y, por lo tanto, neutros en términos de bienestar, pasan por alto el nocivo efecto que las parálisis institucionales generan en aquellos que ven frustradas las aspiraciones de mejorar sus condiciones de vida y prospectos para sus familias, que los motivaron a concurrir a las urnas a expresar sus preferencias. Cuando la democracia conlleva parálisis institucional se infringe la premisa básica de los sistemas...

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