Paradoja boliviana - 13 de Diciembre de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 878952587

Paradoja boliviana

Bolivia aún no se repone de la crisis que produjo la salida apresurada de Evo Morales, en 2019, después de unas cuestionadas elecciones (donde hubo "manipulación dolosa", según la OEA), de un gobierno transitorio que terminó desprestigiado y con el MAS otra vez en el poder. El país está dividido en dos frentes irreconciliables: los partidarios de Evo, que hablan de "golpe de Estado", y la oposición, de "fraude electoral". En tanto, Jeanine Áñez, la expresidenta interina, y otros líderes opositores siguen en la cárcel.Un juez denegó su pedido de detención domiciliaria. "Soy una presa política y quiero que me devuelva mi libertad", clamó Áñez. Los cargos parecen exagerados: sedición, conspiración, traición y terrorismo, en el marco de las protestas de 2019, cuando Evo huyó y ella asumió el interinato. Un informe del Comité contra la Tortura de la ONU denunció abusos contra Áñez, señaló una "persecución judicial tendenciosa, con carácter político", y que la "instrumentalización política del sistema de justicia vulneró su independencia" y se tradujo en "injerencia política en procesos abusivos".Si alguien pensó que las prácticas políticas mejorarían en Bolivia con la nueva Constitución de 2009, que declaró el Estado Plurinacional y paritario, estaba equivocado. No ha ofrecido más transparencia ni mejor gestión, como lo prueba la prolongación de esta crisis. Sí es verdad que el sistema se hizo más inclusivo, al entregar cupos en la Cámara de 130 diputados (no así en el Senado) a los representantes de etnias minoritarias en circunscripciones especiales indígenas, elegidos por sus normas y procedimientos. Aimaras y quechuas, los más...

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