Papa Francisco inicia la cuenta regresiva de la gira que por primera vez lo trae a Chile y Perú
Arrodillado ante la imagen de la Virgen Salus Populi Romani -Protectora del pueblo romano-, uno de los íconos marianos más antiguos y venerados de la capital italiana, Francisco puso una ofrenda floral, normalmente con los colores de las banderas de los países que visita, y permaneció un rato largo rezando.
Generalmente, el Pontífice efectúa esta visita en forma privada y sin aviso; de hecho, en la fotografía que su vocero, el norteamericano Greg Burke, posteó anoche en su Twitter se lo ve solo acompañado por el arcipreste de Santa María la Mayor, el cardenal Stanislav Rilko.
De profunda tradición mariana, Bergoglio volverá a esta basílica para dar gracias a su regreso del viaje. Así lo ha hecho en las 21 veces anteriores que ha viajado al extranjero, siendo habitualmente lo último que hace antes de subir al avión y lo primero cuando regresa. Muchas veces, incluso cuando ya se dirige al aeropuerto Fiumicino.
Sin embargo, esta vez anticipó un poco la visita debido a que mañana temprano celebrará una misa especial en San Pedro con motivo de la Jornada de los Inmigrantes y Refugiados a la que convocó a todas las comunidades extranjeras residentes en Roma. Coincide esta celebración con la prioridad que el Pontífice ha dado a las migraciones como uno de sus temas fuertes de predicación en la visita a Chile, particularmente cuando visite la nortina ciudad de Iquique.
Vestidos de huasos, chilenos irán a misa del Papa
Con trajes típicos y llevando una bandera chilena, un grupo de 50 chilenos residentes de Roma tendrán hoy un lugar especial en la misa con que Francisco celebrará a inmigrantes y refugiados.
"Nos vamos a reunir para festejar con el Papa, porque necesitamos crear conciencia sobre lo que es la migración y la migración obligada que sufren los refugiados", señaló Fernando Tapia, vocero de la comunidad de católicos chilenos residentes en Roma.
"Él es hijo de migrantes italianos que llegan a Argentina", explicó, "migra luego a Chile, siempre está moviéndose y, además, como buen jesuita, sus comunidades están siempre llenas de gente de todo el mundo". El chileno destacó que de esta forma "se ha ido armando el mosaico de este regalo para la Iglesia que es el Papa Francisco, y lo más bonito es esta sensibilidad que tiene con estos migrantes de sufrimientos".
Tapia, que trabaja en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma, señaló que emigró a Italia pese a "estar bien en Chile, porque quería pegarme un salto de calidad en mi vida".
Chile...
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