El país dividido que deberá intentar reconciliar el próximo Presidente - 22 de Noviembre de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 587827010

El país dividido que deberá intentar reconciliar el próximo Presidente

Las disputas de este tipo no son exclusivas de los hermanos Caballero. Al contrario, la última década se han vuelto cada vez más comunes entre los argentinos. Ya sea el oficialista Daniel Scioli, o el opositor Mauricio Macri quien triunfe en las presidenciales de hoy, el próximo Mandatario tendrá la misión de reconciliar a la sociedad argentina, de sellar la "grieta", como se ha llamado a este fenómeno.

Está división queda clara al ver los resultados de la primera vuelta, los sondeos preelectorales, y el tono de la campaña del balotaje. En la votación del 25 del octubre pasado, el candidato del Frente para la Victoria (FpV) quedó solo 3 puntos sobre el aspirante de la coalición opositora Cambiemos (37 contra 34%), mientras que el 21% votó por el peronista disidente Sergio Massa.

Todos los sondeos previos a la segunda vuelta de hoy anticipan un triunfo de Macri por entre 6 y 9 puntos (en el comando opositor manejan números aún mayores, con una ventaja de 13 puntos), principalmente gracias al apoyo de los massistas, quienes pertenecen a la misma corriente de Scioli, el justicialismo, pero prefieren un voto castigo a los K a una fidelidad partidista.

La campaña de Scioli apuntó -consciente o inconscientemente- a agrandar esa "grieta" mediante el miedo: según el ex campeón mundial de carreras de lanchas, Macri eliminará los subsidios y los planes sociales, en cambio él los mantendrá porque él es el candidato de los necesitados. Otra vez la división entre buenos y malos, ricos y pobres.

Una estrategia que no habría dado el resultado esperado por el oficialismo. "Scioli, que es un dirigente que siempre se ha caracterizado por la vocación de diálogo y la moderación, quedó entrampado en el discurso y estética confrontativa kirchnerista", dice Patricio Giusto, politólogo y experto en conflictividad social.

Por el otro lado, Macri, "inteligentemente" enfatizó el tema del diálogo y percibió "el hartazgo bastante generalizado de la gente con el estilo de liderazgo K", agrega.

La "grieta" comenzó a abrirse apenas Néstor Kirchner asumió el poder en 2003, dos años después de la crisis económica que remeció al país, y su mensaje refundacional politizó aún más a una sociedad tradicionalmente muy politizada.

"La división social en el país fue promovida por el kirchnerismo", dice Giusto. El analista señala que desde que asumió, Néstor Kirchner creó enemigos y promovió enfrentamientos con la Iglesia, las Fuerzas Armadas, el Poder Judicial y la prensa, para...

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