'Un padre atento produce hijos con mejores capacidades lingüísticas y cognitivas'
-A los 18 años, mis cuatro abuelos inmigraron desde Italia a un pueblo minero en Wyoming, Estados Unidos. Mi abuela paterna, quien recién fue al colegio a los 13, crió cinco hijos sola, porque su marido murió a los 40. Sus cinco niños comenzaron a trabajar en el rancho desde los ocho años. Mi padre también, como hijo de inmigrantes sin papá. Gradualmente él se transformó en un exitoso abogado, pero siempre trabajó muchas horas diarias. Tener un padre ausente hizo que él no se diera cuenta de la importancia de su presencia en nuestra casa: su historia familiar lo marcó. Porque nunca tuvo papá, siempre pensó que lo fundamental era ser un buen proveedor: ese era el rol tradicional del hombre en los años 60 y 70. Eso cambió con la liberación de la mujer y su entrada masiva al trabajo. Hubo un cambio de actitud y la idea de que un padre podía ser mucho más activo en la crianza se convirtió en una opción en la sociedad.
A partir de los 90, con más padres compartiendo la responsabilidad parental, la investigación científica sobre los efectos de la participación del padre en la crianza floreció. Y en 2013, estudios cualitativos de expertos llegaron a conclusiones notables. Para Jeanne Magagna, quien fundó y dirigió el Centro Studi Martha Harris en Roma en 1988, siguiendo el modelo de la Clínica Tavistock, y quien impulsó entrenamientos en psicoterapia infantil y familiar en centros especializados de Florencia y Venecia -hoy existen en ocho ciudades italianas-, son conclusiones de peso que podrían cambiar a la familia global. La relevancia comprobada del padre en la crianza, la importancia del acuerdo de la pareja -esté casada o no- frente al desarrollo de su hijo, y la atención a los sentimientos y reacciones de la guagua desde su nacimiento, ya no se discuten. En estos y otros estudios se basan las decenas de papers científicos y libros que esta psicoterapeuta ha escrito durante tres decenios y que le otorgaron reputación internacional. Magagna dice:
-Los resultados de estos estudios son muy impresionantes. Establecieron que la participación directa del padre en el cuidado de su guagua o párvulo tiene un efecto positivo a largo plazo, que dura hasta la adultez. Pero no un padre cualquiera, debe ser un papá efectivo, servicial. Ese que cuida a su hijo y lo hace más paciente, más generoso y menos conflictivo en su relación con su madre y hermanos. En especial, este niño tolerará mucho mejor el nacimiento de un hermano, porque nunca pierde el sentido de relación con uno de sus progenitores. Por otra parte, un padre atento produce hijos con mejores capacidades lingüísticas y cognitivas, que duran hasta entrada la adolescencia. Una investigación de 2013 lo comprobó con pruebas científicas: dos grupos de chicos con igual CI fueron testeados. Quienes tenían un papá efectivo y cercano, obtuvieron mejor resultado en las pruebas. Y tuvieron mejor rendimiento escolar.
Hay otras implicancias. Las investigaciones internacionales han establecido que, mientras más involucrado es un papá en el desarrollo de su hijo, mayor es la popularidad del niño entre sus compañeros y mayor su capacidad para tener relaciones personales positivas. Lo que antes solo se intuía, se comprobó.
Sin embargo, al jefe de hogar no solo se le pide tiempo y dedicación, sino también calidad:
-Hay tres factores clave que...
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