El otoño de Coco Legrand
Quizá porque ya no se siente como antes, y porque su cuerpo ya sufre los achaques de sus 67 años.
-Al día siguiente del Festival de Viña de 2010 me llaman con urgencia para avisarme que me habían detectado un infarto al fémur -cuenta-. Me están tomando el pelo, pensé.
Recuerda que estuvo con derivados de la morfina para poder resistir, y que al salir en la moto y apoyar la pierna le dolía mucho.
-Cuando empezaron los dolores ya no podía hacer absolutamente nada. El contrato ya lo había firmado y no tenía posibilidad de operarme e ir al festival, porque la recuperación es larga, nueve meses. Al día siguiente de Viña me fui a la clínica en Santiago. Después de la operación vino el terremoto. Todo eso me inspiró para hacer este espectáculo.
-Cuando uno está más viejo -dice- todo va, de algún modo, cumpliendo su ciclo. Muchos años hice moto enduro, y no estaban la tecnología ni los elementos para proteger el cuerpo. Entonces, comencé a tener problemas en la columna, en los discos, y tuve que operarme. Yo era un tipo que comía mucha carne, y eso me creó problemas en las coyunturas, exceso de ácido úrico, luego vino el infarto al fémur. Y bueno: no sé qué va a pasar más adelante.
-¿Se siente capaz de hacer otro espectáculo después de este?
-Obviamente, no tengo las mismas condiciones físicas de cuando era veinteañero o cuarentón. Ahora se siente el peso de cada función, uno termina cansado; bien, pero cansado. Con este personaje termino y llego acá desplomado. Salgo absolutamente mojado.
-¿Cuánto más cree que puede resistir este ritmo?
-Hay que estar muy atento. Voy a retirarme antes de que el escenario me eche. En eso no quiero equivocarme. Creo que puedo durar tres años más, tranquilamente. Siento que una edad para retirarse de los escenarios es a los 70.
-¿A qué le teme?
-No tengo temor a lo que me pueda pasar. Lo que sí me preocupa es que cualquier cosa me deje fuera de lo que me gusta hacer. Por eso también siento que hay una edad donde se debe terminar, y en eso voy a ser drástico conmigo. Debí hacerlo antes, tal vez.
-Ha dicho que su próximo show, El Chaplín cojo, será el último.
-Cuando digo que me quiero ir, estoy contando lo que estoy proyectando. No sé lo qué va a pasar.
-En 2000 y 2010 ya había anunciado su retiro de los escenarios.
-Yo siempre pensé que lo mío iba a durar, con suerte, hasta los 40 años. Pero veía que el público respondía a lo que yo hacía. Mira lo que pasa acá: el Teatro Caupolicán está repleto: 4.500 personas.
-Es...
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