Los orígenes de la moda italiana - 6 de Diciembre de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 654755705

Los orígenes de la moda italiana

La imagen de ese encuentro de Ferragamo con la actriz refleja la historia de la moda italiana. Una industria que empezó a internacionalizarse en la misma época en que estos dos personajes deslumbraban al mundo. Una industria que al igual que ellos mezcló esfuerzo y talento, que debió abrirse camino en la época de posguerra, demostrar su valor y se convirtió en un sello de identidad italiana.

La moda italiana es una creación relativamente nueva. Durante la primera mitad del siglo XX no había un estilo italiano definido. La influencia de la moda francesa era inevitable. A comienzos del 1900 la aristocracia italiana prefería los diseños parisinos. Los costureros locales como los florentinos Chiostori Salimbeni, Calò y Emma Paoletti de Florencia o las hermanas Bellon de Turín, seguían los patrones franceses. Pero había excepciones como Rosa Genoni, una maestra sastrera nacida en 1867 en la región de la Lombardía, que en 1906 fue premiada en la Exposición de Milán, por sus vestidos inspirados en las obras de Pisanello, Raffaello y Botticelli. Rosa Genoni promovía una moda que realzara lo italiano.

Pero el momento en que realmente la costura italiana empieza a definir su propio estilo llegó después de la Segunda Guerra Mundial. La alta moda y la alta moda pronta -como los italianos comenzaron a llamar a la alta costura y al prêt-à-porter, respectivamente- comenzaron a desarrollarse y aprovecharon la oportunidad que les daba el receso en que cayó la moda francesa durante el conflicto bélico. Mientras París renacía lentamente, la moda italiana se organizó para conquistar al mundo.

En 1951, Florencia fue escenario de un desfile de modas que organizó el marqués Giovanni Battista Giorgini en su residencia. Giorgini invitó a algunos creadores pioneros (Simonetta Colonna di Cesarò, las hermanas Fontana, Fabiani, Germana Marucelli y Emilio Pucci) a presentar sus diseños ante la prensa y compradores estadounidenses. El éxito fue grande y el evento se trasladó a la Sala Blanca del Palacio Pitti.

El otro impulso vino del cine. Por esa misma época en los estudios de grabación de Cinecittà en Roma se produjeron grandes películas como "La Dolce Vita", que pusieron a la ciudad, sus ruinas y monumentos en ojo de Hollywood. Hasta Roma llegaron Audrey Hepburn, Elizabeth Taylor y Ava Gardner, quienes descubrieron a los creadores italianos. Ava Gardner se obsesionó con las hermanas Fontana. Pucci vestía a Marilyn Monroe: la actriz luego fue...

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