La oportunidad que se abre - 28 de Agosto de 2011 - El Mercurio - Noticias - VLEX 314113174

La oportunidad que se abre

Los hechos de esta semana dan al Gobierno una oportunidad quizá única de recoger y encauzar lo que verdaderamente se expresó en las dos jornadas de paralización convocadas por la CUT. El revés sufrido por ésta confirma que lo que tiene arraigo en la opinión pública es el movimiento estudiantil. Y aunque éste se plantea como una demanda por educación de mejor calidad, su sintonía con la ciudadanía surge del agobio personal y familiar provocado principalmente por el sistema de financiamiento de crédito con aval del Estado (CAE), creado en 2005 por la Ley N° 20.027, que estableció nuevas normas para el financiamiento de la educación superior. La esperanza de miles de familias de clase media y sectores emergentes de que sus hijos accedieran a la educación superior encontró una vía desde 1981, pero luego se tornó en una carga económica intolerable que, al no ser bien atendida por la institucionalidad, se percibió como una señal de abandono.

Hoy, tras las reclamaciones estudiantiles, existe conciencia general de las inequidades de las distintas modalidades de crédito según la institución a la que se asista y de cuán gravoso es el CAE. Por eso, los anuncios hechos por el ministro Bulnes hace 11 días, de que se equipararán las condiciones financieras de ese sistema con el crédito solidario de las universidades tradicionales -mucho más favorable al deudor-, debieron materializarse con una premiosa urgencia en un proyecto de ley, lo que no ocurrió.

Urgencia de que el Gobierno actúe ahora

La ciudadanía ya se pronunció contra las pretensiones de la CUT y de quienes se plegaron a ellas. Pero su demanda es igualmente categórica en cuanto a resolver el problema del financiamiento estudiantil. Para el Gobierno, que entretanto ha reiterado su voluntad de diálogo con los estudiantes, es ahora el momento de dar un paso enérgico y presentar al Congreso, sin más dilación, el proyecto referido y asignarle urgencia de discusión inmediata -seis días-. Tiene en su mano el instrumento para probar un foco de logro importante, que dé respuesta rotunda a los estudiantes y a sus padres, angustiados por el endeudamiento, y debe emplearlo ahora, sin perjuicio de cuántas conversaciones mantenga. Es su responsabilidad y es también el momento de emplazar a la clase política a asumir la suya en el Congreso: ¿apoya o no la oposición una fórmula realista y rápida de alivio a ese endeudamiento?

Ese paso, además, reencauzaría este problema hacia la instancia legislativa, que es...

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