El olvido de Mariana Callejas
El último año de la escritora, ex agente de la Dina, ex esposa de Michael Townley, madre de cinco hijos, condenada a pena remitida de cinco años por el crimen del general Carlos Prats y su esposa, Sofía Cuthbert, en 1974, en Argentina, ha sido difícil.
A fines del año pasado tuvo una caída en su departamento y se quebró la cadera. Sus hijos la enviaron a una casa de reposo para que se recuperara: vivía sola y enferma, no podía cuidar de sí misma. Y estando ahí comenzó a olvidar las cosas, a hablar como si estuviera viva su madre. Como si aún viviera en el norte, donde creció, o en Estados Unidos.
Mariana Callejas ya no recuerda nada.
La maldición
de ser su amigo
En julio de 2010, Mariana Callejas dio su última entrevista. Allí dijo que ya no escribía, que todo lo que quería escribir lo anotaba en su cabeza.
Lo que no dijo fue que no era una decisión libre. Ese año, según un cercano a la familia, se le empezó a desarrollar párkinson, una enfermedad que en un principio trató de ocultar a sus amigos y conocidos, y que no le permitió hacer la única actividad que había hecho en los últimos 30 años: escribir cuentos y libros.
Eleana Oschilewski, amiga de ella, recuerda:
-Ese año la vi en el lanzamiento de un libro de Carlos Iturra. Una sobrina la estaba acompañando, y se le movían las manos, yo inmediatamente me di cuenta de que era párkinson, pero ella decía cosas como: !ay, estoy tan nerviosa¡, para justificar ese movimiento.
Otro amigo de Callejas dice que lo que más lamentó ella debido al párkinson fue que tuvo que dejar de manejar, lo que le hizo perder independencia.
Él cuenta:
-La admiraba lo amable que era la gente. Una vez le dio la "garrotera" en la calle y la ayudaron algunos transeúntes. Pero le empezó a dar miedo salir sola, porque le podía volver a pasar lo mismo.
Mariana Callejas no tiene muchos amigos. Desde la portada de El Mercurio, de 1978, donde salía Michael Townley implicado en el asesinato de Orlando Letelier, se ha ido quedando sola, cuenta Fernando Emmerich, escritor y muy cercano a ella.
En esa ocasión, los amigos que la acompañaban en los talleres literarios que hacía en el tercer piso de su casa en la calle Vía Naranja de Lo Curro, se enteraron de que en el piso de abajo su marido, Michael Townley, tenía un lugar donde la DINA, a la cual ambos pertenecían, torturaba a opositores del régimen de Augusto Pinochet. Ahí también se planearon asesinatos de detractores a la dictadura.
Townley estuvo involucrado como autor material en los atentados de Orlando Letelier y Ronni Moffitt en Washington y Carlos Prats y Sofía Cuthbert. Asimismo se le sindica como responsable en el asesinato del diplomático español Carmelo Soria.
En 1978 fue extraditado a Estados Unidos y hoy...
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