Olores y hedores penetran en museos y libros - 1 de Mayo de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 902739432

Olores y hedores penetran en museos y libros

"El pasado era olfativamente más sensible de lo que hoy es el presente; las cosas olían más, los objetos, los lugares, las personas. Oler permitía a la gente darse cuenta de que un alimento estaba en mal estado o que un lugar era peligroso", explica Alejandro Vergara, curador de la muestra "La esencia de un cuadro. Una exposición olfativa", que abrió hace unas semanas en el Museo del Prado, en Madrid.El olfato suele ser un sentido menos considerado que la vista o la audición, pero hoy genera mucha atención. Nuevos estudios científicos enfatizan que la memoria olfativa es más profunda y duradera que la memoria visual o auditiva. Por ejemplo, el recuerdo del olor del abrigo de la madre o de un cierto jardín puede durar más que la rememoranza de una voz o de un rostro. Marcel Proust fue uno de los escritores que destacaron el poder emocional de los olores para evocar momentos del pasado, así como Patrick Süskind, hace unas décadas, vendió millones de ejemplares de su novela "El perfume", que luego se convertiría en una película.Según el historiador francés Alain Corbin, nuestra sociedad se funda "en un vasto proyecto de depuración de las narices. Se silencian los olores y con cada olor mandado a callar se acalla también un período de la historia". Lo que entendemos por civilización tendría hoy mucho que ver con la ausencia de olores y el avance hacia un mundo casi inodoro. Algo que se acentuó durante la pandemia, cuando decenas de millones de enfermos de Covid sufrieron alteraciones del olfato, algunos de manera prolongada. Se calcula que varios millones siguen teniendo problemas con su olfato, incluso tras superar el virus, ya sea porque huelen menos o porque perciben distinto los olores.Romanos olorosos, bárbaros hediondosSi bien antaño se elaboraron poderosas fragancias, gran parte de los olores en el pasado -sobre todo en las ciudades- tenía que ver con hedores inmundos, como relata el reciente libro "Odorama. Una historia cultural del olor" (Taurus), del investigador argentino Federico Kukso. Las 430 páginas de esta obra (disponible en librerías chilenas) recorren en forma amena los olores y hedores del antiguo Egipto y de la Atenas griega, así como de ciudades modernas que en el pasado apestaban, como París, Londres, Buenos Aires y Nueva York.Kukso relata cómo los invasores germanos despedían -a juicio de los higiénicos romanos, aficionados a los baños públicos y a los perfumes- un hedor insoportable, que luego continuará en Europa...

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