Una obsesión con el control está haciendo a China más débil, pero más peligrosa - 15 de Octubre de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 912584851

Una obsesión con el control está haciendo a China más débil, pero más peligrosa

Será un acontecimiento ordenado. Desde el 16 de octubre las grandes figuras del Partido Comunista chino se reunirán en el gran salón del pueblo en Beijing para su congreso quinquenal. No habrá una sola taza de té fuera de lugar; no se escuchará ni un suspiro de protesta. El Partido Comunista siempre ha estado obsesionado con el control. Pero durante la presidencia de Xi Jinping esa obsesión se ha profundizado. Después de tres décadas de apertura y de reforma bajo anteriores líderes, China se ha vuelto de muchas formas más cerrada y más autocrática con Xi. La vigilancia se ha ampliado. La censura se ha endurecido. Las células del partido ejercitan sus músculos en empresas privadas. Preservar el control del poder por parte del partido supera cualquier otra consideración. Esto es evidente en la respuesta de Xi al covid-19. El confinamiento inicial de China salvó muchas vidas. Sin embargo, mucho después de que el resto del mundo ha aprendido a vivir con el virus, China todavía trata cada caso como una amenaza a la estabilidad social. Cuando las infecciones suben, los distritos y las ciudades son confinados. Las aplicaciones obligatorias en los teléfonos que siguen los movimientos de las personas detectan cuando los ciudadanos han estado cerca de alguien contagiado y luego los vetan de los espacios públicos. No hace falta decir que nadie que haya sido etiquetado así puede ingresar a Beijing, para evitar un brote en un momento políticamente sensible.Algunos esperan que, una vez que el congreso haya terminado, se revele un plan para relajar la política del cero covid. Pero no hay señales hasta ahora de los primeros pasos imprescindibles para evitar muertes masivas, como muchas más vacunas, especialmente para los ancianos. La propaganda del partido sugiere que cualquier tipo de alivio en las medidas está lejos, independientemente de la miseria y el caos económico que causan los confinamientos. La política no ha podido ser ajustada porque nadie puede decir que Xi está equivocado, y Xi no quiere que China sea dependiente de vacunas extranjeras, aunque estas sean mejores que las nacionales.Esa locura por el control tiene implicancias más amplias para China y para el mundo. En casa, Xi toma las decisiones más importantes y una intensa maquinaria de represión implementa su voluntad. En el extranjero, busca crear un orden global más favorable para los autócratas. Con este fin, China adopta un enfoque de doble vía. Trabaja para cooptar los órganos...

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