Obama impone duras sanciones contra Rusia por el hackeo a las elecciones estadounidenses
"He ordenado un número de acciones en respuesta al agresivo acoso del gobierno ruso sobre funcionarios estadounidenses y operaciones cibernéticas contra la elección estadounidense", afirmó Obama en un comunicado, en el cual prometió más medidas contra Rusia, algunas "de las cuales no se harán públicas".
"Estas acciones se dan tras una serie de advertencias al gobierno ruso en público y en privado, y son una respuesta necesaria y apropiada a los esfuerzos para perjudicar los intereses estadounidenses en violación de las normas internacionales", dijo el Mandatario.
Las agencias de inteligencia en Estados Unidos, como la CIA y el FBI, concluyeron que Rusia intervino en las elecciones de 2016, con ataques informáticos contra el Partido Demócrata y la campaña de la candidata Hillary Clinton para ayudar a ganar la Casa Blanca al republicano Donald Trump. En su última conferencia anual, el Presidente Obama se refirió a esto y aseguró que habló con su par ruso, Vladimir Putin, en la última cumbre del G20 sobre el tema, donde le advirtió que terminara con los ataques. Obama se comprometió entonces a que responderían a los hackeos con acciones públicas y secretas, "en un momento y lugar de nuestra propia elección". Ayer llegó ese momento.
Obama firmó una orden ejecutiva con la que sancionó a 11 personas, organismos y empresas vinculadas con los ataques informáticos. EE.UU. castigó en primer lugar al Departamento Central de Inteligencia ruso (servicio militar de inteligencia, GRU por su acrónimo en ruso) y al Servicio Federal de Seguridad (FSB).
Seis personas que ocupan cargos directivos en el servicio de espionaje militar ruso fueron penadas con la congelación de sus activos. Además, dos individuos a los que no vincula con los organismos de inteligencia, pero que Washington acusa de apropiación indebida de fondos y de datos personales a través de ataques informáticos.
Adicionalmente, EE.UU. impuso sanciones contra tres empresas rusas dedicadas a seguridad cibernética a las que acusa de proveer las herramientas al GRU y al FSB para los ataques.
Washington ordenó la expulsión de 35 agentes de inteligencia acreditados en la embajada rusa en Washington y el consulado en San Francisco, entre ellos el cónsul, a los que catalogó de "persona non grata" y dio un plazo de 72 horas para abandonar el país junto a sus familias, una táctica muy utilizada en la Guerra Fría. También anunció el cierre de dos instalaciones rusas en Maryland y Nueva York.
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