Los nuevos vuelos de larga duración ponen a prueba al cuerpo humano - 29 de Octubre de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 743838753

Los nuevos vuelos de larga duración ponen a prueba al cuerpo humano

Dieciocho horas y 45 minutos. Lo que en cualquier circunstancia es un período prolongado de tiempo, sentado al interior de un avión en un vuelo sin escalas puede ser un complejo desafío para el organismo. Así lo vivieron los 161 pasajeros del trayecto que cubre la ruta entre Singapur y Nueva York, estrenado este mes y que se ha convertido en la ruta comercial aérea más larga del mundo.El interés por ofrecer viajes intercontinentales sin paradas sigue tomando vuelo -existen actualmente al menos cinco trayectos que superan las 17 horas y algunos vuelos entre Santiago y Oceanía sobrepasan las 14 horas-, y las preocupaciones por su efecto en la salud no se quedan en tierra."Aunque los problemas que pueden surgir son los mismos que se conocen hoy, con vuelos más largos y a mayor distancia el riesgo para la salud de los pasajeros aumenta", precisa el doctor Guillermo Acuña, especialista en Medicina del Viajero de la Clínica Las Condes."Las personas van en una cabina que tiene una humedad muy baja, por lo que en viajes sobre doce horas se pierde más líquido por la respiración y hay mayor riesgo de deshidratación", cita como ejemplo. Por eso recomienda tomar líquido en forma constante, ojalá agua o jugos, y no alcohol.Pasajeros de mayor edad, con patologías crónicas o inmunodeprimidas, son más vulnerables a este efecto. Asimismo, "una persona con cálculos en el riñón, al no moverse y mal hidratarse está en mayor riesgo de sufrir un cólico renal en un lugar donde los recursos médicos son limitados", advierte Acuña.Por lo mismo, si se padece asma u otros problemas respiratorios, afecciones cardíacas, diabetes, hay antecedentes de un accidente cerebrovascular o epilepsia, es importante consultar antes del viaje y notificarlo a la aerolínea para llevar a mano los fármacos necesarios.Una de las grandes amenazas es el llamado síndrome de la clase turista, es decir, el riesgo de padecer una trombosis en las venas de las piernas o una embolia de pulmón provocada por las condiciones de estrechez en el asiento de avión -de allí su nombre- en vuelos de larga duración. "El riesgo aumenta, porque la compresión venosa, la deshidratación y la inmovilidad es mayor", comenta el doctor Pablo Pedreros, cardiólogo de la Clínica Santa María.Las aerolíneas han tomado en cuenta estos riesgos. De hecho, el vuelo de Singapore Airlines solo cuenta con clase Ejecutiva y Premium Economy, con más espacio entre asientos. Si bien la explicación es que el tener clase económica...

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