Nuevos antecedentes sobre la muerte del fiscal dejan abiertas todas las hipótesis
La muerte de Nisman, cuyo cadáver fue hallado en su departamento con un disparo en la sien solo días después de haber acusado a la Presidenta Cristina Fernández de encubrir a los sospechosos iraníes del atentado a la mutual judía AMIA en 1994, ha estremecido a Argentina, que busca respuestas en las nuevas pistas. Pero hasta ahora, no se ha podido confirmar ni descartar nada.
La pista de la pólvora
La fiscal que investiga la muerte, Viviana Fein, declaró ayer que las pruebas obtenidas por los peritos no mostraron rastros de pólvora en las manos de Nisman, una pista clave para revelar si fue él quien apretó el gatillo de la pistola. "Cuando levantaron las partículas de residuos de las manos de Nisman, al ser tan ínfima y pequeña la cantidad que se pudo rescatar, no permitió arrojar un resultado positivo al estudio", dijo Fein, quien recalcó que "esto no descarta que Nisman se haya disparado".
Junto al cuerpo del fiscal, fue encontrado un arma calibre .22 -de tamaño pequeño, pero letal- que pertenecía a un cercano a Nisman que trabajaba en la Fiscalía. Según Fein, el propio Nisman se la pidió el sábado.
El prefecto general (r) de la PDI, Gilberto Loch, quien fue jefe nacional del área de Homicidios, explica que el hallazgo de pólvora es un "elemento indicador de un posible accionamiento de la víctima, pero no es algo decidor respecto a que se trate o no de un suicidio". El experto señala que cualquier pista que se arroje ahora en ese sentido es muy prematura, ya que se requiere un estudio de laboratorio "que no se hace en un par de horas", y que incluye además otro tipo de análisis, como el de las trazas metálicas -residuos de antimonio, bario y plomo- que pueda haber en el cuerpo. Esa investigación, añade Loch, toma al menos 15 días: "lo que se diga antes son especulaciones".
La lista de compras
Otros elementos que se están indagando se refieren a la inspección del departamento de Nisman (ver infografía en A4), donde el fiscal estuvo preparando su exposición ante al Congreso, que sería el lunes, para presentar pruebas de sus denuncias contra Fernández.
Ayer se conoció una foto donde se ve el escritorio de Nisman lleno de documentos sobre la causa, lo que apuntaría a su voluntad de presentarse ante el Congreso. Pero la pista más reveladora fue el hallazgo de una nota manuscrita de Nisman con la lista de compras y otras tareas que debería haber realizado su empleada doméstica el lunes, un día después de su muerte.
Nisman no dejó nota suicida.
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