Nuevo paquete de alzas tarifarias remece el bolsillo de los argentinos y desata la polémica
Los nuevos precios en el gas, agua y los combustibles comenzaron a regir desde ayer, mientras que en el transporte se irán aplicando en forma paulatina en los próximos 60 días. Las alzas se producen dos meses después de los aumentos de hasta un 600% en la factura de la electricidad.
"Hoy, la gente está con salarios viejos y precios nuevos. Esto les va a impactar a todos los sectores", explicó a Efe Sandra González, presidenta de la Asociación de Defensa de Consumidores y Usuarios de Argentina, un país en el que el salario mínimo está establecido en los 6.060 pesos (414 dólares).
El gobierno espera que este plan que denomina "sinceramiento tarifario" alivie el costo que significan los subsidios para el Estado y que durante la administración de Cristina Fernández permitió tener congelados los precios.
Un ejemplo: en el caso del gas, se calcula un ahorro fiscal de hasta US$ 4.000 millones, equivalente al 1,5% del PIB previsto para este año, según El País.
"Lo que al Estado no le corresponde, lo tienen que pagar los ciudadanos", dijo la Vicepresidenta Gabriela Michetti, quien está a cargo del gobierno por el viaje del Presidente Mauricio Macri a la Cumbre Nuclear en Estados Unidos.
Michetti admitió que "son varios los aumentos", pero dijo que tienen que ver "con una realidad súper especial, que es un Estado que ha desbarrancado absolutamente en sus cuentas públicas, y que no tiene ninguna posibilidad de seguir sustentando los subsidios".
Macri, en discursos y entrevistas, ha advertido reiteradamente del precario estado de las finanzas argentinas que heredó. El Presidente subraya que tras 12 años de gobiernos kirchneristas, Argentina quedó con uno de los índices de inflación más altos del mundo, superior al 20%, por lo que uno de sus objetivos es reducirlo.
En febrero, el Índice de Precios al Consumidor de Argentina subió 4 puntos porcentuales, con lo que el país acumuló una inflación de 8,3% en los dos primeros meses del año, según el índice de Buenos Aires, referente provisional usado por las autoridades mientras preparan un nuevo indicador nacional.
El gobierno prometió que en la segunda parte del año habrá una desaceleración de la inflación. Además, el Presidente confía en que el inminente acuerdo con los acreedores de la deuda en cesación de pagos desde 2001 repercutirá en la llegada de inversiones que reactivarán la economía y la demanda por empleo.
Cuestionamientos
La crítica opositora no tardó en llegar. "Nos espera un destino terrible...
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