El nuevo estatus en Chile
¿En qué minuto pasamos de las compras de Faúndez a que el sueño dorado del trabajador chileno fuera decir "Chao, jefe"? ¿De que el éxito fuera consumir, a que el éxito sea dejarlo todo y no trabajar más? ¿Cuál es el condominio Georgian de la nueva era?¿Cuáles son los nuevos símbolos de estatus en el nuevo Chile de marchas antilucro, anti-represas, pro diversidad?
El nuevo lujo, la nueva diferenciación, no está en por qué compro, sino en quién soy (y cómo lo que consumo me representa); es el ocio, es ser verde, es ser parte de un grupo que representa algo más grande de lo que soy.
Chao Ferrari rojo, bienvenido algodón orgánico.
YO SOY, LUEGO COMPRO
A nivel mundial, el estatus ha estado cambiando. Como explica Tomás Dittborn, de la agencia Dittborn y Unzueta, hay cinco factores que definen actualmente el nuevo estatus, según el reporte de la compañía internacional (e independiente) Trendwatching.com.Â
Primero, estaría el estatus "antiguo": más grande es mejor. Consumir intensamente. Lo mejor es sólo lo más caro. Pero se han incorporado nuevos elementos que tienen que ver con el "nuevo mundo" que vimos explotar en 2011.
Por ejemplo, la generosidad: el prestigio que da dar en vez de recibir. Dittborn ejemplifica con el aporte que hizo la familia Luksic en la Teletón; podría haber sido en privado, pero se opta por hacerlo público, y reconocido. Luego vendría el "estatus verde", que tiene que ver con consumir y vivir ecológicamente. Otro nuevo estatus lo daría el conocimiento; el saber ya no está limitado a la academia, sino que al tener habilidades o información del área que sea: desde ser gurú de la tecnología hasta ser una experta en picadas gastronómicas tiene valor. Por último, el quinto nuevo elemento de estatus lo daría la conectividad, gracias a las redes sociales.
-El estatus ya no está tan explicado por el consumo simbólico -dice Dittborn-, sino por el ser de una manera, adherir a ciertas cosas. Antes estaba explicado por la capacidad de tu dinero de comprar los símbolos correctos, aunque creo que todavía existe lo que yo llamo "la trilogía siútica" en Chile: tener un Matta, un Porsche y un Rolex.
Pero si hoy todos pueden endeudarse hasta lo indecible si es necesario para adquirir la trilogía, o lograr arrendar la casa de veraneo en Zapallar, ¿qué es lo que diferencia? Para Javier Sanfeliú, de la agencia digital Los Contenidos, el gran cambio es que el corte de estatus ya no está dado tanto por el dinero y las escalas socioeconómicas...
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