Con nuevo directorio e imagen y con la meta de obtener un sello de origen para su vino, 'Colchagua Valley' se reorganiza
Justo cuando cumple 21 años, la asociación que reúne a viñas de una de las zonas más emblemáticas de Chile para la vinicultura, Colchagua, está en pleno proceso de cambio. Lo que partió como un PROFO (Proyecto Asociativo de Fomento) de Corfo para atraer turismo, hoy está en etapa de cambios: busca unificar su imagen, ampliar su ámbito de acción y, como tercera meta, trabaja por obtener el sello de origen.
Comenzaron por una renovación completa del directorio, al que entraron nuevas generaciones: Charles de Bournet, de Lapostolle; Cristóbal Undurraga, de Koyle; Aurelio Montes del Campo, de Viña Montes; Martín Silva, de Ventisquero; Alberto Siegel Prieto, de Viña Siegel, y Martín Santibáñez, de Neyén, además de Emilio Cardoen, de la Viña Santa Cruz, quien asumió la vicepresidencia. Y la presidencia quedó en manos de Claudio Naranjo, de Viña Los Vascos.
Tras sus inicios con fines turísticos, las viñas de Colchagua vivieron varios hitos: el valle fue catalogado como Wine Region of the Year por la revista Wine Enthusiast, categoría que, por ejemplo, han recibido regiones como La Toscana. Una socia, Casa Lapostolle, se convirtió en la primera viña chilena en obtener 95 puntos y una zona desconocida comenzó a brillar: Apalta.
Colchagua iba en alza, y turísticamente era un éxito, comenta Claudio Naranjo. Incluso el ex Presidente Ricardo Lagos inauguró el Tren del Vino de Carlos Cardoen.
Pero el terremoto de 2010 frenó esa ruta ascendente y dejó al descubierto las falencias de esta asociación. Por un lado, el concepto turístico bajo la marca Ruta de Colchagua estaba literalmente en el suelo tras el terremoto y tsunami. Pero, además, la asociación gremial -constituida como tal en 2011- había actuado con una lógica muy de club de amigos, y no por los intereses del valle en su conjunto, explica Claudio Naranjo, una crítica que hace con la tranquilidad de que el resto de los socios conoce perfectamente su visión.
"Tras el terremoto comenzamos de nuevo, pero costó. En 2010 penaban las ánimas en el valle; en 2011 la situación siguió igual, y recién en 2012 empezó a volver el turismo. Comenzamos a hacer nuevas actividades, como la avant premiere , en la que traíamos a Santiago los vinos de las nuevas cosechas para mostrárselas a los periodistas. Después se hizo lo mismo en Sao Paulo, porque la mayoría de las viñas exporta a Brasil", cuenta Naranjo. También mejoraron la fiesta de la vendimia de Santa Cruz -implementando el sistema de venta de ticket por...
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