El nuevo Chile de un líder social
El día después del plebiscito , Mario Orellana escribió en su perfil de Facebook: "Me gustaría ser constituyente. Para eso necesito un equipo. ¿Quién apaña?". Esa tarde recibió más de 150 comentarios de personas dispuestas a trabajar con él. En su mayoría eran dirigentes sociales, a quienes había conocido a través de su Escuela de Líderes. Orellana estaba tanteando el terreno. Desde que la noche del domingo ganó el Apruebo, dice, participar de la redacción de la Constitución es algo que está analizando.-A mí me encantaría ser constituyente, pero antes de ser candidato hay que conversar primero con las comunidades.Orellana tiene 46 años. Nació en el campamento Robinson Rojas, de Renca, y es el mayor de cinco hermanos. Su padre, Alejandro, era carnicero y su madre,Teresa, empleada doméstica. Hoy ambos viven jubilados en el mismo lugar donde se instaló la toma. Desde allí, Orellana y su familia han visto pasar la historia reciente de Chile.-En 1986 ese campamento se erradicó, cuando nos instalaron unas "casetas sanitarias", que tenían un baño, una cocina y el alcantarillado. Para la estadística ya no éramos un campamento, sino que una población. Recuerdo que desde entonces hubo que pagar luz y agua. Dicho vulgarmente, tuvimos que empezar a pagar por hacer caca.Orellana cuenta que la población comenzó a asentarse gracias al esfuerzo personal. Él estudiaba y trabajaba para ayudar a sus padres. Armaba puestos en la feria y acarreaba verduras en un carretón, todo por 100 pesos y "una bolsa de fruta a medio podrir".-¿Era consciente de esas precariedades?-Absolutamente, era el hijo mayor y tenía que cuidar mi ropa y mis zapatos, porque esas cosas se heredaban para abajo: el zapato regalón del verano, cuando llegaba marzo, se teñía de negro para ir al colegio. A mí nunca me engrupieron con que había un mundo de fantasía. Nos criaron con una visión crítica, lúcida y consciente de la realidad, pero sin odio ni rencor.-¿Cómo imaginaba el futuro siendo adolescente?-Siempre nuestro futuro fue derrocar a Pinochet. Cuando joven milité en la Juventud Comunista. A los 14 años tuve un despertar político, consciente del tiempo y el espacio en el que me tocaba vivir y de la responsabilidad política que estaba adquiriendo, incluso sin tener derecho a voto. Había una utopía. Estaba formándome una convicción de izquierda.-¿Había gente de derecha en el barrio?-Sí, había un viejo pinochetista que tenía un almacén. Ellos tenían su cartelito del Sí, pero nunca hubo odiosidad. Luego del plebiscito participé en la campaña de Patricio Aylwin. Me acuerdo de que estaba en un paseo de curso cuando se anunció su gabinete y dijeron que Ricardo Lagos iba a...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba