Nuevas variedades, mejores resultados - 18 de Noviembre de 2019 - El Mercurio - Noticias - VLEX 826472329

Nuevas variedades, mejores resultados

"De repente no hay cómo achuntarle", dice Sebastián Navarro, jefe técnico del Grupo Hijuelas Sur, de Osorno.Exagera, pero se refiere a la delicada fórmula que se precisa para desarrollar algún proyecto frutícola en cualquier zona del país, especialmente si se trata de la producción y exportación de cerezas, la niña bonita de la canasta exportadora chilena.Es que es difícil lograr la ecuación precisa entre la variedad y el portainjerto apropiados para cada condición y sector del país, especialmente ante los cambios en el clima."Está complicado en la zona central el tema del agua. Eso asombra mucho acá en Osorno, en que de repente se tienen más ventajas, en términos de cuaja, ya que en las zonas donde se puede plantar no hiela, ya que Osorno está a 60 m sobre el nivel del mar. Así, veo las cuajas de variedades como regina o kordia y no hay problemas. Y voy a Chimbarongo y veo las lapins heladas. Y vuelvo al sur, y cae una granizada y se vuelve a perder el potencial productivo. Ahí uno se pregunta: ¿dónde planto?", señala NavarroMás allá de estas tribulaciones, el rubro estrella de las plantaciones frutícolas nacionales sigue su marcha creciendo en superficie, y tiene a la mano toda una batería tecnológica representada por variedades y portainjertos que las sujetan a la tierra y apoyan su crecimiento.El vuelco con portainjertosEl sector dio el salto hasta convertirse en lo que representa hoy, en que va camino a un nuevo récord con unas 226 mil toneladas exportadas en la temporada 2019/2020, cuando se masificó el uso de portainjertos clonales, comenta Jorge Valenzuela, presidente de Fedefruta, viverista y también productor de cerezas.El portainjerto -conocido también como patrón o pie- es la planta que se usa como soporte y sirve para injertar la variedad, y que puede aportar diversas características, como resistencia a salinidad, falta o exceso de agua o a presencia de nematodos, entre otros."La industria empezó a cambiar o tuvo su punto de inflexión con el uso de los portainjertos clonales, porque hasta no hace muchos años, en Curicó, a mediados de los años 90, los huertos de cerezos usaban portainjertos obtenidos de semilla, y como no eran autofértiles como ahora, había que poner distintas variedades por hectárea para la polinización", destaca Jorge Valenzuela.Su llegada permitió ampliar el territorio posible de ocupar con este delicado frutal, sensible a la lluvia, el granizo, las heladas y el viento. Agrandó la gama de tipos de suelo que...

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