Las nuevas batallas del pisco - 25 de Mayo de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 570908330

Las nuevas batallas del pisco

El suelo arenoso del predio usualmente estaba tapado por la vegetación. Sin embargo, desde hace un tiempo quedó a la vista. "Ya son tres años en que simplemente estamos aguantando", explica Aguirre. Es que la sequía se ha hecho sentir con fuerza en ese rincón nortino y en toda la industria del pisco.

"Si no llueve este año, voy a ser incapaz de seguir como productor de uva pisquera", afirma con una triste seguridad el agricultor de Limarí.

Aguirre explica que un parronal como el que suyo normalmente debería producir 350.000 kilos de uva. La realidad, sin embargo, es muy distinta. Esta temporada cosechó solo 110.000 kilos de uva. La razón es simple: hoy él tiene un cuarto del agua que tenía usualmente.

"Este es un negocio que llevas en la sangre, no es para enriquecerse, pero aún así uno necesita tener ingresos para vivir y mantener el campo", afirma Aguirre.

El agricultor afirma que para un productor pisquero promedio, los 25 millones de pesos que se requiere para hacer un pozo en búsqueda de agua son imposibles de obtener. Además nada asegura que se encuentre ese elemento. Incluso de hacerlo, puede que sea de mala calidad, con una gran presencia de sales, lo que termina por dañar a las parras, amplificando el impacto de la sequía.

Aguirre cae dentro del grupo de medianos productores, con la suficiente escala para sacrificar una parte de los viñedos y mantener la que tiene mejores perspectiva. Según datos de la Asociación de Productores de Pisco, el 85% de los agricultores de ese rubro tiene media hectárea o menos. Para ellos la sequía se ha convertido en un largo y silencioso terremoto, que los está sacando del negocio.

Guillermo Madrid, asesor de productores de uva pisquera, estima que está temporada la dotación de riego fue de 200 metros cúbicos por acción, cuando en condiciones normales se asignan 4.500 metros cúbicos por acción. "Se ha tratado de orientar el riego hacia los cuarteles o variedades más productivas, en desmedro de cuarteles más deteriorados que han recibido agua para sobrevivir o derechamente no han sido regados".

Según Madrid, de continuar esta sequía, y aunque la vid es una especie muy rústica, es esperable un daño más extenso y severo, con muchos parronales que definitivamente se secarán.

"En el 2000, la Capel (Cooperativa Agrícola Pisquera Elqui Limitada, N. de la R.) tenía 3.000 cooperados, hoy vamos en 1.500. Eso tiene un impacto muy fuerte en la vida y la cultura rural. Es gente que deja de tener arraigo en la...

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