Mi nueva vida bajo los Talibanes - 23 de Octubre de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 877132085

Mi nueva vida bajo los Talibanes

Hasta antes del 15 de agosto, Fatema, Feroza y Samira vivían en Kabul, la capital de Afganistán, tenían carreras ascendentes y un futuro prometedor. Pero a partir de ese día, con la llegada del Talibán, todo cambió de golpe: se vieron obligadas a encerrarse en sus casas y lidiar con el terror y el abatimiento.Ellas tres representaban a las afganas conscientes de sus derechos y orgullosas de sus logros, que se habían acostumbrado a vivir en un país más abierto. Como recién sobrepasan los treinta años, eran unas niñas cuando los talibanes llegaron al poder, en 1996. Hoy, dicen, constatan que las historias sangrientas y de opresión que les contaban sus familias sobre los muyahidines eran ciertas, y solo desean escapar a Europa. Samira ya lo logró: hace nueve días huyó a Madrid."Sábado" las contactó a través de organismos de mujeres y por entrevistas anteriores. Estas es su testimonio hoy."Me siento muerta, perdí mi identidad"Fatema (32), es abogada experta en comunicación estratégica, ex estudiante de MBA, activista de los derechos de la mujer, casada, madre de dos niñas de 8 y 5 años. Trabajó para agencias de la ONU, gobiernos extranjeros y distintos ministerios del gobierno afgano anterior. Creó estrategias comunicacionales contra la violencia, cambios de comportamiento, lucha contra la desnutrición y la no deportación de afganos desde Europa."Hoy me siento muerta. Perdí mi identidad", cuenta a través de una llamada por WhatsApp."Esto no lo puedo aceptar. Yo trabajaba en la mañana y estudiaba en la noche. Era una persona energética y positiva. Pero después de la llegada Talibán, estuve 45 días escondida en mi casa porque no me atrevía salir a la calle. No estoy bien mentalmente desde que ellos están en el poder. No soy la misma persona. Tenía libertad personal y financiera, y muchas oportunidades futuras en lo profesional. Estaba orgullosa de ser mujer trabajadora y activista", agrega con voz apagada.El gobierno francés, estuvo a punto de rescatarla el 25 de agosto, pero las amenazas de bombas en el aeropuerto Hamid Karzai, la hicieron claudicar. Después, como el resto de los afganos, quedó atrapada en su propia tierra."Normalmente me despertaba a las siete de la mañana y me preparaba para salir a mi trabajo", relata. "Después iba a la universidad de 5 a 8 de la tarde. Llevaba a mis hijas a los parques o a zonas de comercio y entretención como Shahr-e-Naw. Hoy, los comercios están abiertos pero los talibanes están por todos lados, así que es...

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