Una nueva maternidad - 4 de Mayo de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 866317574

Una nueva maternidad

S i alguien me hubiera dicho que iba a vivir un año encerrada en una casa junto a dos niños, una gata y una fibra óptica con wifi mientras el mundo era azotado por una peste, me habría reído. Tal vez no me habría reído, habría devuelto mis huevos recién fecundados a su canasto.Ahora que llevo más de la cuenta confinada con mis hijos de 13 y 11 años, en una casa que es a la vez un colegio, una estación de videoconferencias, un taller literario, una sala de cine, una ruina de legos, un comedor de diario, una lavandería, un reality show y donde los días se pisan los talones entre sí sin saber a dónde van, puedo abrazar sin culpa el cliché de que no existe un mejor o un peor momento para criar a un hijo.Criar en un encierro forzoso se parece a dejar la tetera hirviendo por error todo el día. Sabes que en algún momento explotará. ¿Pero y si explota?La mayoría de las mujeres que enfrentan el covid vive en bloc de departamentos, viviendas sociales, poblaciones periféricas, casas de clase media. Han llegado a la pandemia con antiguas heridas de guerra, fracturas que dejaron de doler, porque todo duele, y que si algo le deben al bicho es haberlas hecho visibles de nuevo.Por mucho que estemos en el peor escenario para tener una vida doméstica, una vida profesional o una vida a secas, incluso una privilegiada como la mía, y la fatiga y la angustia y el sinsentido se apoderen de los nervios cada mañana cuando sé que mis hijos no irán al colegio y yo deberé renunciar más de lo que quisiera a mis horas de escritura, intento no fantasear con el pasado y resistir la tentación de victimizarme. ¿Qué es mi frustración al lado del sufrimiento de tantas madres que viven al día a día? ¿Cuántas mujeres pueden teletrabajar, llamar a deliveries , quedarse dormidas viendo series de la reina de Inglaterra?Barro, descongelo la carne molida al sol, limpio el baño con pañitos Virutex, corrijo el cuento de una alumna, me sumo en la droga del daydreaming , riego, bebo una copa de vino a una hora prudente, reviso las noticias en Twitter y apenas escucho el llamado de la selva -Mamáaaa-, me pregunto cómo será estar sola.Hay momentos en que rogaría almorzar junto a Isabel Archer, de Retrato de una Dama, la novela magistral de Henry James sobre la "liberación femenina" a fines del siglo XIX, que leo para evadirme, escuchar sus ataques en contra del matrimonio y su deseo de ser una mujer libre, en lugar de prestarles atención a mis hijos hablándome sobre Star Wars. Hay otros...

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