Nueva era en Filipinas - 12 de Septiembre de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 648820953

Nueva era en Filipinas

A Duterte no le gustó nada que Obama criticara su dura política de combate al narcotráfico -que ha dejado casi dos mil muertos desde que asumió en junio- con argumentos de respeto a los derechos humanos, que al filipino no parecen conmover. En una actitud poco diplomática, Duterte recordó las acciones de los norteamericanos durante la guerra colonial de comienzos del siglo XX, donde se calcula que un millón de filipinos fueron muertos por las fuerzas de Estados Unidos.

Y si bien Obama pareció dejar atrás el incidente después de cancelar la reunión que tenía programada con el filipino, durante la cumbre del ASEAN, sonaron las alarmas de una eventual crisis en las relaciones bilaterales que puede afectar negativamente los importantes tratados militares entre Estados Unidos y Filipinas. Firmado por el anterior mandatario, Benigno Aquino III, el acuerdo de cooperación para la defensa entre ambos países (EDCA) necesita todavía que se afinen detalles para implementarse en el corto plazo, de manera que los norteamericanos puedan utilizar ciertas bases militares, navales y aéreas del archipiélago.

Si bien Duterte ha reconocido el pacto, que la Corte Suprema consideró constitucional, sus fuertes epítetos contra EE.UU. podrían augurar dificultades para la aplicación.

El nuevo Presidente filipino, un populista reconocido, ganó las elecciones gracias a su retórica dura contra el crimen y la corrupción, dos males que afectan a la sociedad filipina desde largo tiempo, y al descontento de la población que, curiosamente, no se siente beneficiada con el buen ciclo económico que ha disfrutado Filipinas la última década, con un crecimiento promedio envidiable de más del seis por ciento.

El "antiimperialismo" está arraigado en el archipiélago, que fue colonia española por más de tres siglos, y cayó bajo dominio norteamericano luego de la guerra de 1898, en la que España perdió todas sus posesiones. La influencia de Washington se hizo sentir profundamente durante el siglo pasado, aun cuando la institucionalidad legal y en especial la religión, heredadas de España, se mantuvieran en el tiempo. A pesar de que muchos filipinos llevan nombres españoles, el idioma no sobrevivió, en parte porque solo la élite lo hablaba. Se dice que por la presencia de EE.UU. en la vida política, económica y social, los filipinos (que recién obtuvieron su independencia en 1946, pero bajo tutela de Washington) han asumido actitudes más occidentalizadas que muchos de sus vecinos...

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