De novela: auge y caída del hombre que espió a la FIFA para el FBI - 10 de Noviembre de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 543066470

De novela: auge y caída del hombre que espió a la FIFA para el FBI

Entonces pocos podían presagiar que el orondo estadounidense enviado por la FIFA -que viajaba con una máscara de oxígeno, que no podía abrocharse solo los zapatos y que construyó su imperio de lujos y extravagancias desde la Concacaf junto al trinitano Jack Warner- estaba a solo cuatro años de ver desplomado su paraíso para terminar, en 2012, espiando a la FIFA para el FBI, con la ayuda de un llavero-micrófono. No le quedó otra: se convirtió en informante secreto para evitar ir a la cárcel por evadir impuestos durante más de diez años.

Cuando Chuck conoció a Jack

"Un día será nuestro turno", le dijo en 1985 Chuck Blazer a Jack Warner después de un partido en Puerto España entre Estados Unidos y Trinidad y Tobago.

El equipo de Blazer vencía al de Warner en las eliminatorias rumbo al Mundial de México 86 y "Chuck", incipiente directivo del fútbol norteamericano, no solo consolaba al caribeño que desde 1983 integraba el Comité Ejecutivo de la FIFA. También le hacía una propuesta: "Deberías postular a la presidencia de la Concacaf".

El hábil Blazer le recordó una simple ecuación. Joaquín Soria, el mexicano que va a la reelección, está viejo, enfermo de diabetes y difícilmente pueda ejercer el cargo con propiedad por mucho tiempo. Y aún más importante, había suficientes islas en el Caribe con derecho a voto no solo en la Concacaf.

En la FIFA, el sufragio de Antigua y Barbuda, con 89 mil habitantes y nula tradición futbolística, vale lo mismo que Brasil, pentacampeón del mundo y quinto país más poblado del planeta.

"Voy a evaluarlo", contestó el hasta ahí vicepresidente de la Concacaf. No lo pensó demasiado: aceptó, Blazer fue su jefe de campaña y en los comicios de 1989 Warner barrió con Soria. "Jack", ex profesor de teatro, se ungió presidente de la Concacaf con sus 33 islas-países-votos. "Chuck" fue secretario general y omnipotente brazo derecho hasta 2012.

Pasar de la Concacaf a la FIFA era cosa de tiempo para Blazer. En 1996 se transformó en integrante del Comité Ejecutivo que elige y determina qué país albergará una Copa del Mundo.

Warner también subió de grado. En 1997 -y hasta 2011, año en que Chuck traicionó a Jack-, Warner fue vicepresidente de la poderosa multinacional del fútbol con sede en Zurich.

Un chileno en Miami

Ducho con los números, la contabilidad y los negocios, a su arribo a la Concacaf, Blazer fijó su sueldo con un modelo de contrato que fue clave en toda carrera: no cobraba él, sino que pedía depositar el dinero -el 10%...

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