Nostalgia y velocidad en 500 kilómetros - 23 de Agosto de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 580992686
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Nostalgia y velocidad en 500 kilómetros

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Vincent

"Me lo entregaron recién anoche", dice, antes de encender el motor del auto que alguna vez fue el modelo creado para la serie inglesa "El Santo" y participar de la 21 {+r} {+a} versión del rally de 500 kilómetros, que anualmente organiza el Club de Automóviles Antiguos, una atípica carrera donde el auto más moderno data de 1985. Todos los vehículos varían en marca, modelo y procedencia. De hecho, el más antiguo de esta competición fue fabricado en 1929.

Y al igual que les ocurre a otros entusiastas pilotos, la afición de Strauss surgió en su juventud.

"Cuando estos autos eran nuevos, yo no tenía ninguna posibilidad de tenerlos. Así que pasaron muchos años hasta que por fin los pude comprar, siguiendo lo que le pasa a la mayoría de los coleccionistas: estos autos evocan la nostalgia de la niñez o la juventud", detallando que su colección la componen, entre otros, un Ford A de 1929 y un Buick de 1948.

Así que en plena remembranza, este piloto se dispone a recorrer la ruta que separa Santiago de La Serena abordo de este emblemático deportivo sueco, que formó parte de la caravana de más de setenta autos clásicos que se disputaron el primer lugar. Claro que de una forma singular.

Esto, porque a la antigüedad de los vehículos se agregó que la carrera no estuvo exenta de problemas técnicos. Al recalentamiento de motores, las fallas menores en circuitos eléctricos o de transmisión, se suman las infaltables "panas". Al menos eso le pasó a un vehículo en plena ruta Panamericana, lo que obligó a pausar la competencia. Lo mismo con un Corvette de los sesenta que sucumbió justo antes de llegar al complejo La Serena Golf, donde concluía la carrera.

"Pero estas competencias están llenas de aventuras" dice Ernesto Mosso, dueño de la joyería que lleva su apellido y que patrocinó la carrera.

A bordo de un Ford Mustang de 1967, el empresario afirma que el carácter familiar del rally es más importante que la competencia, que se extendió durante casi diez horas.

"Esto no solo es una alegría para los dueños de los autos, sino que para toda la gente que los mira y se saca fotos junto a ellos. Por eso yo siempre digo que esto también es parte del patrimonio cultural de Chile", agrega el piloto de este deportivo rojo que ya ha participado en decenas de rallys alrededor del mundo.

Hitos y balances

Un Ford Baquet de 1929, un Triumph Spider de 1967, varios Alfa Romeo, Jaguar o Porsche. La lista de clásicos que...

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