Normalidad en suspenso - 5 de Enero de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 831800193

Normalidad en suspenso

Hitchcock cambió el cine de suspenso. Tomemos por ejemplo una de sus escenas clásicas. La bella Janet Leigh (Marion Crane en Psicosis) está en la ducha. Se abre la puerta. La silueta de Anthony Perkins (Norman Bates) emerge. La cortina se abre, las cuchilladas vuelan, la mujer sorprendida da inútil batalla. Él arranca, ella cae. ¿Qué es lo que nos fascina de esa secuencia? ¿Será, como dijo Poe, que "la muerte de una hermosa mujer es, incuestionablemente, el tema más poético del mundo"? Frío, frío. No es poesía, sino pura naturaleza humana.El ser humano es una especie singular. Aun cuando no es fácil demostrarlo, investigaciones del desarrollo cognitivo en otras especies confirman nuestra peculiaridad.¿Qué nos hace únicos? Algunos apostarán por un adiestramiento evolutivo para controlar la violencia. Basta contemplar las lianas que cuelgan del general Baquedano para descartar la hipótesis. Otros por la toma de decisiones racionales frente a decisiones económicas complejas. Tampoco. Experimentos con animales demuestran que eso no es del todo propio del homo sapiens . No, la evidencia apunta a algo más profundo. A algo que define cómo nos relacionamos. Que explica nuestra fascinación por el buen cine de suspenso y mucho más. Lo que nos distingue es la habilidad para ponernos en los zapatos de otro.Desde pequeños explotamos esa subterránea destreza. Como muchos primates, aprendemos copiando comportamientos, pero también lo hacemos infiriendo los principios que poseen quienes nos rodean. ¿Cómo? Poniéndonos inconscientemente en la posición del otro. Por eso nuestra organización valórica temprana...

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