Norcorea califica sanciones de la ONU como un 'acto de guerra' y reafirma su plan nuclear
El régimen de Corea del Norte condenó ayer las nuevas sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU contra el país y aseguró que las considera un "acto de guerra", por lo que aseguró que seguirá adelante con el desarrollo de sus capacidades armamentísticas de "disuasión y autodefensa nuclear".
"Rechazamos completamente las últimas sanciones (...) como una violenta violación de la soberanía de nuestra república y como un acto de guerra que destruye la paz y la estabilidad de la península coreana y de la región", sostuvo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Pyongyang, en un comunicado publicado por la agencia estatal KCNA. Se trata de la primera reacción oficial del hermético régimen de Kim Jong-un después de que el viernes las Naciones Unidas aprobara de forma unánime endurecer las sanciones contra Corea del Norte, por sus reiteradas pruebas de misiles y atómicas.
La decisión de la ONU se tomó semanas después de que a fines de noviembre Pyongyang probara un misil balístico intercontinental (ICBM) y asegurara que el proyectil es capaz de alcanzar el territorio continental de EE.UU.
En un intento por dificultar a Corea del Norte el financiamiento de sus programas armamentísticos y forzarle a negociar, la nueva ronda de medidas impuestas incluye un recorte del 90% de los suministros de petróleo y combustible, vitales para los programas de misiles y de armas nucleares.
La resolución permite entregas de cuatro millones de barriles de crudo al año, mientras que los envíos de derivados del petróleo como gasolina, diésel y crudo pesado serán limitados a un cuarto de la cantidad autorizada hasta ahora: en vez de los dos millones de barriles al año el país podrá recibir 500.000 a partir del 1 de enero.
La resolución, presentada por EE.UU., contiene una prohibición de exportaciones norcoreanas de alimentos y otros productos agrícolas, maquinaria, aparatos eléctricos, minerales, madera y barcos, con los que el régimen consigue divisas en el extranjero. Además, exige la repatriación de todos los norcoreanos que trabajen en el extranjero en un plazo de 24 meses. Se trata de un sistema mediante el cual Pyongyang también ingresa divisas, ya que lo que cobran estas personas va destinado al gobierno.
Todos los países podrán interceptar, inspeccionar, bloquear y confiscar buques sospechosos de transportar cargas ilegales desde o hacia Corea del Norte.
Pyongyang centró sus críticas en EE.UU., país al que responsabiliza de la situación de tensión sin...
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