'No queremos reconstruir el museo' - 20 de Junio de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 845433744

'No queremos reconstruir el museo'

Cuando Isabel Parra se levanta por las mañanas durante estos días de cuarentena, lo primero que ve son los cuadros de su madre que tiene colgados en los muros de su departamento en Providencia.-Veo un mono de la Violeta Parra ahí, bailando cueca en el living . Voy a la otra pieza y tengo otros monos más chicos, maravillosos. A mí me da mucha energía eso, ¿sabes? Me contenta en los momentos más desolados. Miro un cuadro de mi mamá y siento que ella está. Hay muchos monos que se parecen a nosotros, porque éramos sus modelos; también están los perritos, los quiltros que ella cuidaba en La Reina. Esos son mis tesoros. Es una cosa muy fuerte, muy linda. Es mi compañía.Isabel Parra vive sola. Pero durante el confinamiento ha tenido cerca a su hija Milena Rojas, que vive en otro departamento en el mismo edificio, y a su mascota, un perro salchicha. También mantiene contacto telefónico con su hija Tita. Pero lo que más la acompaña, a sus 80 años, son las canciones, dice. En estos meses se ha dedicado a escribir y componer, reflexionando sobre la pandemia y el "estallido social truncando", para el nuevo disco que está grabando junto a Manuel Meriño, que se suma a la veintena de álbumes que ha lanzado durante su extensa carrera.Sin embargo, añade, lo que acapara la mayoría de sus pensamientos hoy es el Museo Violeta Parra. Este proyecto, que albergaba y exhibía una gran colección de la obra de la artista, que Isabel y su hermano Ángel habían recopilado por décadas, está cerrado desde octubre, luego de que detonara el estallido social. Unos meses después, en febrero de este año, en medio de las manifestaciones, fue incendiado y atacado tres veces consecutivas en un mismo mes. Las reiteradas llamas devoraron la infraestructura casi por completo.-Lo que más me preocupa ahora es el destino de lo que fue el Museo Violeta Parra, del ex Museo Violeta Parra.-¿Por qué exmuseo?-Después de los incendios, en la última reunión de directorio, salí con esa idea. Para mí se acabó el museo. No existe.El trabajo de juntar y recopilar la obra de Violeta Parra, dice Isabel, ha sido una labor que ella ha realizado continuamente a lo largo de su vida.-La Viola era muy itinerante, hacía sus trabajos, y se iba de viaje, dejaba cosas aquí, cosas allá, y me tocaba a mí, siempre me tocó, ir detrás de las cosas, ordenarlas y guardarlas. Ella me decía de repente "qué bueno tener una secretaria". Me parecía una frescura esa cuestión, porque yo no era su secretaria. Yo la ayudaba porque ella era mi mamá, porque yo la quería y porque había que ayudarla, simplemente. La palabra secretaria no me caía muy bien. Pero de cierta manera había que hacerse cargo.Recuerda especialmente los años en que su madre trabajaba en el proyecto de un centro cultural en una carpa instalada en un terreno baldío cedido por el alcalde de La Reina.-Le costó tanto a mi pobre madre hacer ese proyecto, que era un proyecto loco, descabellado. Cuando la cosa funcionaba, entre comillas, ella se iba a Bolivia, y dejaba todo ahí. Eran muchos cachos todo eso, porque mi hermano y yo éramos grandes ya, y teníamos una vida, pero así y todo estábamos siempre ahí junto a ella.Tras la muerte de Violeta Parra, en 1967, Isabel, que entonces tenía 27 años, se quedó con varias de las obras de su madre, que más tarde guardó en su propia casa en Ñuñoa. Unos años después, luego del golpe militar, Isabel y Ángel partieron al exilio y se instalaron finalmente en París.-Si nosotros teníamos que trasladarnos, nos trasladábamos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR