'No somos un país de empresarios mafiosos ni de políticos corruptos'
"Sin restarle en ningún milímetro de gravedad a los casos Penta y Caval, no hay que confundirse: Chile no es un país de empresarios mafiosos y de políticos corruptos", advierte.
-¿Se ha impuesto una visión negativa en ese sentido por los últimos acontecimientos?
-No hay duda de que estamos frente a una crisis severa y restarle importancia sería completamente absurdo. Pero creo que de un tiempo a esta parte a Chile, como país, nos está faltando equilibrio para manejar muchas situaciones. La verdad es que yo siento que hay, de pronto, una actitud cercana al masoquismo, de ver solo los aspectos negativos, y eso podría generar daños irreparables tanto a nuestra convivencia interna como a la forma en que se percibe al país en su conjunto.
-En las formalizaciones de esta semana se ocupó el concepto de "una máquina para defraudar al fisco"...
-No le bajo ningún perfil a la gravedad del caso Penta ni del caso Caval y ciertamente no pretendo empatarlos. Más aún, creo que algo huele mal en el mundo empresarial cuando en los últimos años tenemos una secuencia completamente inaceptable: La Polar, Cencosud, escándalos con las tarjetas de crédito, colusión en la industria avícola, farmacéutica, caso Cascadas y un largo suma y sigue. También creo que hay una enorme responsabilidad del empresariado en esta crisis porque ha sido particularmente contemplativo frente a los abusos de sus pares. Pero aun así, le insisto, Chile no es un país de empresarios mafiosos ni de políticos corruptos. Y también creo que tenemos que despejar dos virus que aumentan la profundidad de la caída: Hay que desterrar el populismo y el oportunismo para aproximarse a la crisis.
"Es fundamental que exista un sistema permanente de financiamiento para los partidos"
-¿En qué ha notado ese populismo y oportunismo?
-Voy a ser muy explícito: el locuaz presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, se dedicó durante dos meses a pontificar en el caso Penta, anunció querellas a granel y cuando apareció envuelto el hijo de la Presidenta de la República en el escándalo Caval, enmudeció por una semana. Ese es precisamente el tipo de actitud que yo considero que es equivocada. Como también me parece equivocada la actitud de la réplica. Nunca me pareció razonable pretender enlodar la campaña de la Presidenta Bachelet con el tema del yate. Yo considero que siempre las soluciones hay que buscarlas, no demoliendo las instituciones, sino que a través de las instituciones, y hoy está claro cuál es...
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