'Si no se otorgan buenos y claros beneficios a posibles delatores, no se van a delatar. El programa de delación es muy sensible y me hubiese gustado un mayor desarrollo de la Suprema en esta materia'
Un Bernardo Larraín Matte pidiendo perdón y diciendo sentirse avergonzado, y un intensísimo debate legal. Esto es parte de lo que dejó esta semana el fallo de la Corte Suprema que quitó a CMPC el beneficio de la delación compensada en el bullado caso Tissue , tras definir en su sentencia que la empresa del grupo Matte había ejercido coacción en este cartel. Este hecho inédito en la historia de la libre competencia chilena -es primera vez que se le quita a un delator el beneficio entregado- desató una ola de ideas y propuestas, y también de críticas, en torno a cómo este proceder de la Suprema puede tener el efecto indeseado de desincentivar las delaciones compensadas y dañar la persecución efectiva de carteles.Pero quien hasta ahora no había hablado del tema es uno de sus protagonistas, el abogado Felipe Irarrázabal, quien cuando se destapó el caso era el fiscal nacional económico que recibió la delación y llevó el caso en la FNE. Ahora, desde la dirección del Centro de Competencia de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), analiza las consecuencias del fallo supremo y pone paños fríos. Plantea no caer en "ansiedad legislativa". Y además hace otro punto: que en el período en que ocurrieron los hechos y comenzó el cartel, no existía la figura de la delación -la entonces PISA no podría haber accedido a ella-, escenario que hoy cambió, con una consecuencia importante para estos efectos: la fuerza de la coacción disminuye porque hoy los cartelizados tienen la posibilidad efectiva de protección, explica.Coacción como violencia o como fuerza económicaComo bien resume Irarrázabal, acá hay dos visiones sobre un mismo asunto: el significado de la coacción. "Por un lado está la visión del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), que ve a la coacción como una violencia o amenaza de violencia física o psíquica. Esta es una visión restringida, que viene a reforzar la institución de la delación compensada, porque se hace difícil perforarla", explica. "Por el otro, la Corte Suprema lo analiza bajo el prisma de la fuerza económica, o sea, la posibilidad de que el delator organizador fuerce a la otra empresa a incorporarse a un cartel o seguir en él, bajo la amenaza de causarle la ruina y sacarlo del mercado. Esta es una visión amplia y de alguna forma puede llegar a afectar los incentivos a delatarse, respecto de empresas y casos que se asemejen al caso Tissue ", dice Irarrázabal.-¿Es errado desde el punto de vista económico? ¿Por qué?"No diría que es errado o no, pero sí hace surgir nuevos desafíos para la delación. Desde una perspectiva económica, cualquier debilitamiento a la delación puede llegar a implicar que disminuyan las cantidades de postulaciones. Si hay menos delaciones, hay menos carteles que se desbaratan. Las guerras de precios y las amenazas de competir y de bajar los precios son tácticas y actitudes usuales en la vida de los carteles, más si se trata de carteles de largo aliento. Si eso es así, entonces puede hacerse difícil discernir cuándo uno podría estar frente a una coacción económica que amerite la perforación de la delación"."Hay una frase del voto de minoría que es relevante en mantener el criterio de coacción económica, pero que no se aplicaría en este caso, al decir 'las expresiones se articulan en un contexto de competencia y de lucha comercial, pero en ningún caso alcanzan el nivel de...
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