'No hay oficialismo y oposición en los alcaldes'
Son las 8:30 horas. Larga fila en un supermercado, otra en una farmacia, comercios cerrados, transeúntes "enmascarados", Santiago se prepara para su hora "C". Para cuando caiga la cuarentena y "nadie salga ni nadie entre" -con contadas excepciones- de la capital durante la siguiente semana.Con vista a una Plaza de Armas que no quiere vaciarse, el alcalde Felipe Alessandri monitorea esta nueva crisis. Varias ha vivido en estos 3 años y medio, la más reciente, el estallido social que cambió la vida e imagen de su comuna desde la "zona cero" en Plaza Italia."Al comienzo estuve bastante cabizbajo", admite, sentado a dos metros reglamentarios, en su señorial oficina. "Hemos trabajado tanto por tener un Santiago bonito, por atraer restoranes, nuevas inversiones, a cada empresario lo llamé personalmente, lo entusiasmé y varios tuvieron que cerrar", continúa, "le pongo mucho corazón... recibí un municipio quebrado, el Teatro Municipal quebrado, los profesores sin cotizaciones previsionales, una deuda de $21.000 millones, y hoy está todo mucho más ordenado, objetivamente, guste o no Alessandri, el centro está más bonito, se podía caminar, no había ambulantes...".Cuenta que al principio del estallido reparaban los semáforos vandalizados y duraban tres horas, que en La Alameda no quedan basureros municipales -"de fierro, con escudo municipal"- y que cuestan $400.000 cada uno, que en marzo inauguraría la Plaza del Pedregal y la zona de Portugal remodeladas, que el Crowne Plaza también estaba recién remozado... La nota alegre en el triste recuento la ponen sus calcetines azules con escudos de Batman, se los regalaron sus hijos que lo vieron poco en meses de monitoreo nocturno, dice."Tomé energía, estamos repuestos. Vamos a recuperar nuestra "zona cero" y quedará mejor que antes", promete el alcalde. Necesitan $5.000 millones, según el catastro que levantaron, y $3.200 millones para poner al Instituto Nacional en el más alto estándar. Son cifras que escoden realidades, recalca, "y los alcaldes administramos miles de realidades". Por eso firmó la carta que puso al Gobierno en jaque y lo obligó a adelantar el plan de acción contra el covid-19 y, esta semana, a imponer cuarentena total en 7 comunas de la Región Metropolitana.-¿No estaban reaccionando a la crisis, actuó tarde el Gobierno?-El Gobierno tiene una visión distinta a los alcaldes, nosotros administramos realidades y estamos en el día a día. El Gobierno estaba haciendo cosas, tomando medidas, pero yo salía a la calle y veía que los mensajes no estaban llegando. Firmé la carta para manifestar qué estaba pasando en la comuna.-¿No habría sido más leal que los alcaldes de Chile Vamos lo plantearan directamente, sin arrinconarlo?-No hay oficialismo y oposición en los alcaldes, actuamos juntos en los temas comunitarios.-El alcalde de Barnechea no firmó la carta y dijo que "hacían el loco pidiendo cosas que no se pueden cumplir y para las que no tienen facultades".-Es muy distinta la realidad de Barnechea, que administra muy bien Cristóbal (Lira), con lo que me toca a mí en Santiago. Esos días, vi cómo en el centro...
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