'No hay nada inusual en el terror psicológico social' - 20 de Febrero de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 896950391

'No hay nada inusual en el terror psicológico social'

La acción de "Peter Grimes" (1945) transcurre en una aldea costera británica, durante el siglo XIX. En altamar ha muerto el aprendiz del pescador Peter Grimes, conocido por su rudeza. Todo el pueblo sospecha de él, pero el juicio lo declara inocente, aunque el juez le aconseja no tener un ayudante. Grimes se niega porque lo necesita para su trabajo y en esto lo apoya la profesora Ellen Orford. Le llevan un nuevo muchacho, pero las cosas no funcionan: el niño cae por un risco y muere. El pueblo se moviliza contra Grimes y el capitán Balstrode, uno de los pocos que lo han ayudado, le dice que no podrá alegar inocencia otra vez, que tome su barca y la hunda. Le recomienda el suicidio.Evocatorio y sugerente, el libreto se mantiene como una reacción atmosférica y nebulosa al poema de George Crabbe en el que se basa ("The borough"). Trabajaron en el texto el compositor Benjamin Britten; su compañero, el tenor Peter Pears, y el escritor Montagu Slater.Y si el libreto mismo es un enigma, todavía más lo es el protagonista, un personaje enorme y hasta cierto punto irrepresentable, porque encarnarlo siempre implica asumir supuestos. Una creatura donde la ferocidad convive con el deslumbramiento, la ternura y el éxtasis. A esa tarea fue llamado por la Opera de Viena el tenor alemán-austríaco Jonas Kaufmann, quien suma a Grimes a un conjunto de roles complejos: Werther, Lohengrin, Pársifal, Otello, Tristán y Paul ("Die tote Stadt").El cofre de Davy Jones"Grimes" nació negando la literalidad y apelando a la capacidad de análisis del público. Hay un cúmulo de motivos contemporáneos en un texto que describe un momento en la vida de una aldea de pescadores, con seres trágicos que conforman un "pueblo chico, infierno grande".Kaufmann abordó el rol titular con su poderosa y oscura voz, alternando un agudo en forte de sorprendente calibre con frases de extrema delicadeza, logrando dar sentido expresivo a cada instante de la endiablada música que tiene su parte. Es un actor de mil recursos, los que maneja atento a la expresividad del rostro, del movimiento de manos y de cómo su cuerpo debe integrarse al paisaje escénico. Sus dos grandes soliloquios fueron un prodigio de control dinámico, lo que no es fácil cuando se trata de describir a este alucinado furioso que es Grimes.En "Peter Grimes" reina el mar. No podemos decir que sea este el protagonista y no Grimes, pero el inmenso mar es un reflejo de su personalidad. Es la materia sin conciencia, ambigua e...

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